“Los grupos tributo de ahora antes eran los verbeneros”

Hablamos con la banda de pop-rock indie salmantina faLsantes sobre cómo está la música actual, valorando lo que se hace hoy en día
La banda de pop-rock indie salmantina faLsantes.

Los componentes de faLsantes tienen horizontes divididos entre Salamanca y Madrid. En 2016 grabaron su primer EP con cinco temas de música ´faLsa´. Con composiciones en castellano de Abel González y Manuel Gómez Alchapar, se suman a la banda el batería Jorge Santana, guitarra, Miguel Losada, el bajo, Javier Santana y Paula Alonso como teclista. Un grupo de amigos que se juntan por el placer de hacer música y disfrutar, donde la edad no influye, “somos más viejos, pero tenemos la misma ilusión”. De esta forma, Abel González cuenta todos los ´juegos´ de su banda y cómo comenzó su carrera musical, haciendo ver que para ellos la música es una forma de vida.

Por. Lucía Almaraz

¿Cómo comenzó su carrera musical?
Mis orígenes están en Salamanca, mi carrera musical comenzó con el llamado colectivo de músicos de Salamanca. Nos juntábamos en un edificio que se llamaba Lasalle, donde estaba la Policía Local, un edificio que ya no existe. Y hace años nos juntamos un grupo de amigos por el placer de la música y de disfrutar, tocar juntos y a pasarlo bien. Ese sigue siendo el mismo objetivo, solo que más viejos (risas).

¿Ha contado con alguna formación en música?
La verdad es que no. Soy autodidacta, el resto de miembros de la banda son músicos profesionales que tienen un control total y absoluto de la música.

¿Por qué faLsantes?
Nos encanta jugar, llamar la atención, como niños (risas). Y buscamos una palabra que no existiera, que fuera una mezcla de dos palabras, como hicieron The Beatles en su día con escarabajo y con ´beat´, y reírnos de toda la gente que va de auténtico, de ´yo soy de verdad’… Ese discurso. Nosotros somos faLsos y faLsantes, mezcla entre falso y farsante. Un juego de palabras que va dentro de lo que a nosotros nos gusta jugar, que jugar en inglés o francés también es interpretar o tocar, ese es el juego al que nos gusta tocar.

Entre lo que comenta ahora y lo que dice en uno de vuestros discos, hablan de que no somos auténticos, ¿quiénes?
Ya digo, por un lado, es reírse de aquellos que van de auténticos, cuando en realidad caminamos a lomos de gigantes y todo está prácticamente inventado, ir por la vida de original es un poco, allá el que lo haga, pero hay que reconocer que saqueamos y tomamos prestado un montón de ideas y de sonidos que tenemos en nuestro interior. Aunque no sea directamente, tomamos todo lo que ha pasado por nuestro cerebro y nosotros no tocamos una música auténtica en el sentido de que sea pura, somos muy mestizos, de mezclar y combinar distintos estilos y formas musicales. Igual eso nos hace auténticos, no lo sé, paradójicamente. Es eso, reírnos un poco de esa visión tan purista que tienen algunos de la música, y la música es una mezcla de todo y todo vale, prácticamente.

De esta forma, diría que no solo hacéis pop-rock indie, sino que se mueven en otros estilos…
Sí… Siempre existe la tendencia fácil a etiquetar. Nosotros hacemos temas que pueden ser calificados como Funky, música electrónica, puro rock o pop, música dance, no sé. Nos gustan tantas cosas que, al final, es como un cóctel y es de donde salen los faLsantes.

Su música cuenta verdades… ¿Qué pretendem mostrar con ella?
Lo que se nos pasa por la cabeza en ese momento. No hay un objetivo más allá que contar historias. Historias de todo tipo, una mujer que entra desnuda en un bar con un caniche en una mano y 10 kilos de salami en la otra (risas); la historia de una loca maravillosa y un descerebrado con pistola… Y otra sin más habla de la infancia. Hay una que es ´El instante´ que cuenta ese instante en el que uno deja de ser niño y pasa a ser adulto, las cosas que me pasaban cuando pasé eso en Salamanca, yo soy de la ronda de Santi Espíritus, jugábamos a guerra de piedras y el juego acababa cuando a alguien se le abría la cabeza y se hacía una pitera, esa expresión tan charra (risas).

¡Madre!
Otras hablan de cómo me siento, que estoy harto de la gente que quiere amargarme la vida… No tenemos reglas en general, ni en la música, ni en las letras. Se trata de buscar algo con lo que disfrutemos nosotros, lo primero, cuando juegas al escondite, que dices ´por mí y mis compañeros´, pero por mi primero, que quiere divertirse y pasárselo bien, hago lo que me apetece, compongo canciones que disfruto y con las que luego, si hago disfrutar a la gente que las escucha, pues maravilloso. Pero, no hay ninguna pretensión de cambiar el mundo, aunque sí me gusta la doble lectura. Una canción como ´Intolerancia´, la escuchas y es para bailar, pero te fijas un poco más en la letra y dices: ´madre mía lo que me está diciendo este hombre´ (risas).

Nada más comenzar la entrevista ha dicho que su objetivo es el mismo, hacer música con sus amigos, solo que ´más viejos´, perdone: ¿qué quiere decir con eso, qué nunca es tarde?
(Risas) Eso, por supuesto, nunca es tarde. Pero, también, que lo importante en la vida es la actitud, hay viejos de 20 años, ´viejóvenes´ de 50… La edad sí tiene su componente físico, desde luego, pero, sobre todo, mental. Quiero decir que somos más viejos, pero tenemos la misma ilusión. Más viejos que cuando estábamos en el colegio en Salamanca, pero las ganas de tocar, de divertirnos y disfrutar con la música, están intactas o son cada día mayores. El concepto edad, es relativo.

Sus hijos, por ejemplo, ¿qué les dicen cuando les escuchan?
Habría que preguntárselo a ellos directamente (risas). En mi caso, por ejemplo, mi hija me ha influido en la evolución musical del grupo. Es muy habitual, según uno va creciendo, que piense que las mejores canciones son cuando tenías 17-18 años y que lo que viene después es una ´mierda´, y que todo lo que suena ahora no vale porque lo bueno es lo que escuchaba cuando era joven… Nosotros no somos así para nada, estamos siempre con las orejas muy tiesas, pendientes de cualquier novedad o nuevo sonido y yo creo que los hijos nos abren el horizonte de cuando yo ponía música y mis padres decían: ‘¡Qué mierda!’ Lo bueno es valorar lo de aquella época y lo que le gusta a mi hija también. Así, he descubierto maravillas como: Harry Styles, Olivia Rodrigo, Maroon 5… Grupos que he ido a ver con mi hija y he disfrutado muchísimo. Me parece que hay gente que hace música muy buena hoy en día y no hay que encerrarse en lo que nos gustó en su momento.

¿Y cómo ve a las nuevas generaciones de artistas en Salamanca?
Salamanca siempre ha sido una ciudad que a mí me extrañaba que no salieran más grupo. Hay gente que conozco, que hace cosas estupendas y está la Universidad que es un potenciador de talento y de atraer gente con inquietudes, con ganas de hacer cosas distintas. Eso siempre me ha parecido interesante en Salamanca y me extraña que no haya más grupos. Conozco bandas, como ´Carameloraro´ que me parece excelente, hay gente que está haciendo las cosas muy bien y que habría que apoyarlo. Pero, parece que hoy día si no haces música urbana no existes. Eso es una pena, también parece que se mide todo por followers y gente que te sigue y a lo mejor hay interpretes a los que sigue mucha gente, pero no por la música sino porque sale en TikTok haciendo un poco el bobo… Eso desvirtúa lo que realmente le gusta a la gente o no. Son épocas que tienen sus pros y sus contras, no son mejores ni peores, simplemente diferentes. Desde Salamanca yo creo
que hay que seguir apostando por gente que hace cosas distintas, tenga la edad que tenga. Hay gente muy buena y hay que darles a conocer, y es complicado en el contexto que estamos ahora mismo.

¿Por qué es importante?
Hay que apoyar también los grupos que tocan temas propios. Hay una tendencia ahora a escuchar lo que ya venimos escuchando siempre. Los famosos grupos tributos, antes esas canciones de versiones, eran los grupos verbeneros, que te lo pasabas muy bien. Ahora es la música en directo que se oye y eso es muy pobre, porque no das pie a que se escuchen grupos con propuestas nuevas, originales y distintas. Escuchas siempre lo mismo, lo que oyes en la radio, vas a un concierto en directo y escuchas versiones… Es muy cómodo cantar las canciones que ya te sabes, pero ¿por qué no abres un poco tu mente y a lo mejor hay cosas que te sorprenden y aprecias y dices: ´anda, esto está fenomenal´, más allá de lo que ya conocemos? Faltan esas ganas de apoyar la música en directo original de temas distintos a versiones y yo creo que habría que apostar más por eso.

Ustedes, ¿siempre habéis tocado música propia?
Siempre. En nuestros conciertos no hacemos versiones. A mí me encantan muchos grupos, pero creo que si haces una versión se compara con la original, y si ya me gusta mucho la original para qué la voy a estropear.

¿Es difícil organizarse para los ensayos?
Es complicado encajar las agendas de todo el mundo. Lo vamos consiguiendo.

Y respecto a encontrar el lugar donde hacer los ensayos…
Eso lo tenemos fácil. Vamos a casa del guitarrista que vive a las afueras de Madrid.

¿Es complicado encontrar salas para actuar?
En Madrid sí que hay muchas salas y si demuestras un nivel suficiente con una calidad buena… Hemos tocado en lugares más o menos míticos en Madrid como Honky tonk, el Café, La palma, Contra cruz… Tocamos en las fiestas de Salamanca, también, en el 2020… No es nada fácil, porque es otro problema, la gente no está acostumbrada a pagar por oír música. Música, digamos emergentes, luego pagan barbaridades por conciertos de gente muy conocida, o conciertos que se dan a raíz del Ayuntamiento de la localidad que sea, que dicen que es gratis, pero van en los impuestos que has pagado. Se valora poco a la música emergente.

¿Qué otras dificultades encontráis?
Yo creo que hoy en día la mayor dificultad es que es tan fácil hacer una canción y que suene digna, porque la tecnología te lo permite, que ahora todo el mundo puede tener un grupo sin saber de nada, te descargas unos cuantos programas, haces cualquier cosa, haces música urbana… Y hay casos de gente que ha tenido una repercusión enorme. Eso está muy bien, pero también, hay tantísima oferta que es muy difícil distinguirse de la masa.

¿Qué le gusta a la gente cuando os ve?
Cuando nos ven en directo destacamos por lo bien que se lo pasan, ves sus caras, como saltan y disfrutan, como entran en el juego faLsante. Y cuando acaba el concierto y viene gente y te dice: ´jo que bien me lo he pasado, hacía tiempo que no iba a un concierto en el que me divertía tanto´. Eso es maravilloso. Y luego, una vez que la gente escucha los temas más sosegados, llama mucho las letras, las letras no son el típico: ´Me ha dejado mi chica o mi chico, que triste estoy´, más bien tratamos temas muy diversos que hace que la gente se enganche más. También hay gente que me dice que los estribillos son de los que no te quitas de la cabeza.

¿Qué plataformas usan para difundir su música?
Intentamos usar todas, nuestros videos de YouTube están muy currados con muy poco dinero, hacemos un uso muy eficiente de los pocos medios que tenemos, pero también Facebook, Spotify, que tenemos unas 30 mil escuchas mensuales. TikTok lo usamos también. Nos podéis encontrar en todas las plataformas.

¿Cómo les podríamos ayudar?
Por un lado, apoyar más a grupos emergentes, tanto las instituciones, como las salas. Music Factory, en este caso en Salamanca, lo hace. No es fácil, los medios tradicionales o las discográficas ya no tienen tanta importancia… Entonces es difícil. Es un trabajo de hormiguita de ir peleando y no desanimarse. Nosotros no tenemos un objetivo, si me permites la expresión, si triunfamos habrá sido un fracaso, porque aspiramos a ser un grupo de culto, hablando en coña. Lo que buscamos es divertirnos, digamos que es más importante el viaje y no el destino. Si al final acabamos siendo un grupo superfamoso o no, pues bien, pero nos lo pasamos tan bien componiendo, ensayado, tocando en directo, haciendo discos, que ya lo damos por bien empleado. No es que estemos sufriendo y sacrificándonos para llegar a ser famosos, no es esa la idea. La idea es que estamos disfrutando e intentar hacer llegar y difundir a cuanta más gente mejor, y hasta donde lleguemos llegamos ya está.

Hacerlo por ´amor al arte´, como siempre se ha dicho…
Exacto (risas).

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