Nel Rodríguez es un cantautor independiente de Salamanca. Inició sus pasos en el mundo de la música con cuatro años, formándose en una escuela de música y, posteriormente, en el Conservatorio Profesional de Salamanca, en la modalidad de guitarra. Su música es una mezcla de pop y canción de autor, con letras comprometidas, pero, “hago una especie de fusión para hacer de canciones muy complejas, algo pegadizo, algo fácil de escuchar”, asegura.
Por. Lucía Almaraz.
Producir y aprender de forma autodidacta, ¿cómo es?
Al final, los medios con los que cuento son una guitarra y un micrófono, tengo que buscarme las vueltas. Yo grabo en mi habitación, no tengo ayuda de otro músico o un productor. Mi primer disco está grabado enteramente en mi habitación. Al final, para muchas personas que cuentan con unos medios es fácil porque no tienen que sumar instrumentos, yo tengo que darle vueltas para conseguir un sonido natural o un sonido que quede bien sin apenas recursos. Eso te exige ser muy creativo, que eso a mí me gusta. Es como un juego y un reto, el decir: ´Voy a intentar que esta canción hecha en la habitación suene profesional´, ese inconformismo, querer que suene un poco mejor, también es lo que me motiva a seguir aprendiendo siempre.
Aparte de todo esto que me cuenta, ¿cuáles diría que son los inconvenientes que se encuentra al ser músico?
El mundo de la música es un mundo bastante desconocido, es como que no está en el imaginario colectivo cuando hablamos de profesiones a las que dedicarte. El desconocimiento es el mayor enemigo, porque tienes que buscar mucho, por ejemplo, el cómo buscar una sala para tocar, qué sitios hay en Salamanca, que al ser una ciudad pequeña hay sitios, pero no tantos… El hecho de que tenga que ir yo a alquilar una sala y pagarle al bar por cantar ahí y luego buscarme la vida para cubrir esos gastos… Son mecanismos que quizá no están normalizados en otros ámbitos y qué cunado te enfrentas al mundo de la música y dices: ´vale cómo funciona esto, qué es lo que tengo que hacer´…
Duro…
Es un mundo en el que las expectativas están muy altas cuando comienzas a ser un joven compositor y miras, por ejemplo, a tu alrededor qué artistas están triunfando y ves gente muy joven. Recuerdo una vez que me impactó el hecho de estar escuchando a una persona que era más joven que yo y dije: ´¡Madre mía!´, porque tenemos en la cabeza que un músico tiene que triunfar muy pronto, como que se te pasa muy rápido el arroz. También, esa presión añadida de ´tengo que dar el pelotazo, tengo que empezar a subir números ya, porque no tengo tiempo´. Eso es algo que cuesta quitarse y hay que trabajar para que no te influya. Saber que se puede triunfar a cualquier edad y que es relativo también, depende de lo que tú consideres el éxito. La música es un trabajo para tenerle pasión, dedicarle tiempo de calidad y dejar que las fuentes hagan lo que tengan que hacer.
Y para usted, ¿qué es el éxito?
Por una parte, es el desarrollo personal, aunque suene muy típico porque al final, yo escribo música, no solo de lo que siento, también escribo cosas, porque me parece importante, sobre el mundo que me rodea, hago bastante canción protesta. Entonces, es una forma quizá de desahogo, de decir: ´joe estoy reflejando algo que yo veo que va mal y que no se está hablando´. Si yo puedo transmitir en música, por ejemplo, una canción sobre la precariedad laboral o sobre la guerra… Por esa parte, el éxito sería ver que nunca he dejado de ser inconformista. El éxito es decir que sigo teniendo mi esencia, sigo reivindicando cosas, sigo entusiasmado por la denuncia… Y, luego, está el éxito más cuantitativo. Es obvio que me gustaría tener cierto reconocimiento, empezar a tener ingresos monetarios porque tampoco se vive del aire. Entonces, que la música me empiece a dar dinero es un éxito.
Hablando de sus letras, ¿siempre han tenido carácter reivindicativo?
Yo diría que sí. Es una parte muy importante de mí, cualquiera que me conozca, sabe que me gusta mucho meterme en temas políticos, sociales y quizá si durante muchas épocas de mi vida no he podido hacer un activismo, como en asociaciones y demás, siempre he encontrado otra vía de hacerlo con mi música.
¿Cómo se inspira?
Muchas veces es con lo que pasa a mi alrededor, por ejemplo, en la canción: ´Pan pa hoy, hambre pa mañana´, habla de la precariedad laboral. Fue porque mi hermano no encontraba trabajo, estaba desesperado buscando y pasamos una crisis y salió una canción. Me dejo llevar por lo que sucede a mi alrededor, cosas que me generan emociones muy fuertes y pienso que tengo que hablar de eso.
De esa forma, ¿qué pretende transmitir a su público?
Hacer pensar con mis letras o quizá, dar voz a discursos que no están en los medios, que no tienen tanto auge y que considero importante.
¿Cómo definiría su estilo musical?
Es una mezcla entre la canción de autor y el sonido más pop. La canción de autor me permite ir con mi guitarra a un sitio y poder tocar algo con ella y mi voz y que luzca. Pero, por ejemplo, como me gusta la producción y la electrónica, en mis canciones suelo meter muchos elementos tomados de la música pop, como las baterías, muy electrónicas muchas veces… Los bajos… Hago una especie de fusión para hacer de canciones muy complejas, algo pegadizo, algo fácil de escuchar…
¿Se plantea probar otros estilos musicales?
Siempre estoy probando cosas nuevas. Ahora estoy experimentando con ritmos más de Latinoamérica, como el bolero, la bachata… Así que sí, me gusta probar cosas nuevas, (risas).
Siempre ha tocado en solitario, ¿se plantea colaborar con artistas de Salamanca o con una banda?
La verdad es que estaría bastante bien. Tengo dos asignaturas pendientes, que son los directos, porque al final, la guitarra y la voz queda muy bonito, pero, se quedan cortas para transmitir cosas muchas veces. Me gustaría tener una banda, formar un grupo. La otra es hacer colaboraciones. Aunque vaya en solitario el poder decir que he cantado con X músico y demás, esas colaboraciones las echo mucho de menos.
Considera que hay buenos artistas aquí en Salamanca…
Sí. Yo he escuchado mucha música buena. En la escena independiente de Salamanca se están haciendo cosas muy buenas, tengo conocidos y amigos que se dedican al mundillo de la música autoeditada y autoproducida y hay muchísimo talento.
¿Por qué cree que es importante apoyar la música local?
De hecho, ahí sí que hay gente que está implicada. Fernando Sánchez está moviendo mucho con su web a todos los músicos de Salamanca, se organizan charlas… Al final, son plataformas que te permiten tener contacto los unos con los otros y es muy enriquecedor. Me da pena, que no se esté haciendo más, que al final sean una o dos personas de Salamanca que están moviendo todo el panorama y no se faciliten más espacios o más dinámicas donde conocernos, quizá no tiene que ser ni siquiera un concurso. Yo estuve en el Concurso Municipal de Bandas, pero tampoco conocía a nadie, allí conocí a Palaya y Fran Colmenero, pero el resto que se presentaron nada. A lo mejor, en vez de un concurso sería chulo hacer un encuentro, creo que nos presentamos 25, pues vamos a juntarnos y ver qué nos podemos aportar.
Usted ganó ese concurso ¿Le sirvió?
Nos permitieron grabar en estudio a los 10 finalistas (eran 25). Ese privilegio a penas lo usé porque me produje yo la canción que presenté al final, en el estudio solo grabé las voces y les dije que me enviaran la pista y las editaba, que les pasaría la canción final y dije: ´que sea lo que Dios quiera´, (risas). Con tan buena suerte de que me seleccionaron entre los tres finalistas que te premiaban con dar un concierto. Para ese concierto conté con tres amigos, Daniel, Clara y Marina, por lo mismo, porque se me queda corto ir a un directo sin gente, así que convencí a mis amigos dos semanas antes, que fue lo que ensayamos, (risas). Fue un momento superbonito, la primera vez también que tocaba con mis amigos…
¿Le gustó?
Experimenté lo que es tener un grupo, muy reconfortante y emotivo. Me encanta cantar mis canciones porque para eso las escribo, hay muchas que me tocan muy hondo. Por ejemplo, la última canción que canté, que se llama ´De ocre y añil´, es una canción que escribí para Salamanca, de despedida porque me iba este año de allí… Recuerdo en el concierto unos lagrimones cantándola, (risas). Mis amigos y el público la cantaba en voz alta para animarme a seguir, porque claro yo me eché a llorar… Son momentos que guardo en el corazón muchísimo.
Y ganó.
Sí. Cuando gané tenía que hacer un bis. Volver a cantar y vi que había gente de mi coro, del Tomás Luis de Victoria, de la Universidad Pontificia de Salamanca. Pregunté a los organizadores que si el bis podía subir al coro al escenario y cantar con ellos una canción que tenemos muy especial, que siempre se canta para despedir a alguien, que es ´Cantares´ de Serrat. Fue una noche maravillosa.
¿Qué se lleva de su música?
Todo, (risas). Realmente, la música es mi vida. Soy música, la música es yo y juntos somos inseparables. Entonces, la música me ha convertido en lo que yo soy. La música soy yo, (risa).
Siendo su propio productor, imagino que se mueve mucho por redes sociales.
Creo que es importante que los medios otorguen un papel más relevante a la música salmantina, porque, los grandes titulares no los ocupan la gente pequeña, los ocupan artistas más grandes o, quizá, eventos más grandes, siempre muy ligado a si ha ganado un concurso te publican, pero ni siquiera te publican en el apartado principal, sino que tienes que rebuscar mucho la noticia para que te aparezca. No hay una sección de música, por ejemplo, en la que digan: ´este artista local ha sacado un disco´, no hay eso… O te mueves por concursos o los medios no te escuchan, es triste. Lo único que se considera importante es ganas o si estás ligado al Ayuntamiento de alguna forma.
¿Qué haría usted?
Creo que sería muy interesante que los medios tuvieran una sección de cultura más fuertes, no tan ligados a concursos, sino a lo que hacemos los artistas locales y poner enlaces donde puedan encontrar la música.
¿Cuál es su próximo proyecto?
Ahora mismo estoy inmerso en mi segundo disco, aunque todavía no ha pasado ni siquiera un año del primer disco. Es un disco que cambia bastante. Estoy muy ilusionado trabajando en él, centrado 100% en esta nueva música.
Finalmente, ¿hay algo que le gustaría hacer llegar a la gente?
Que le den una oportunidad a los artistas independientes. Entiendo que no es tan llamativo como escuchar a los grandes artistas, pero, de verdad, que hay música muy buena, muy variada. Que busquen y tengan esa inquietud de decir: ´qué se está haciendo en mi ciudad´. Merece la pena. Y si les gusta la canción de autor, el pop y todo eso que me tienen aquí para cuando me quieran escuchar, (risas).
