Solares abandonados, calles sucias, colonia de gatos, heces de perros y edificios problemáticos. Estas son algunas de las quejas que tienen los vecinos del barrio Blanco. Piden al Ayuntamiento que ponga freno y “algo de mano”.
Por. Lucía Almaraz Hernández.
Una de las quejas de los vecinos del barrio Blanco es el abandono de solares que solo se utilizan para acumular basura. Otros descontentos son las casas abandonadas, porque son focos de basura, medio derruidos, donde acuden personas sin techo, las cuales corren peligro al entrar. También, el número de gatos callejeros se ha incrementado en estas zonas, en mayor medida por la calle de San Andrés.
“Esa casa está que da penita, se está cayendo, es un peligro, porque entran vagabundos y se les va a caer encima un día de estos y tendremos una desgracia”, cuenta una de las vecinas del barrio.
Además, añade que con el elevado número de gatos callejeros, los olores resultan “muy molestos. Vivo ahí arriba, la vista que tienes, el olor, el malestar al pasar por aquí… ”, se lamenta.
Por otro lado, el vecindario está preocupado por una de las casas abandonadas «nos trae de cabeza. Este inmueble se prendió una vez, la apagaron… Pero, ahora, han quitado la puerta y terminarán quitándolo todo… Está llenito de basura”, apuntan desde el barrio Blanco.
Aseguran que son varios los vecinos que han trasmitido sus quejas, pero estas calles están completamente abandonas, solo solicita al ayuntamiento, que «ponga algo de mano aquí, por favor”.
Señalan que en el Regato del Anís, hay un parque muy concurrido por vecinos y sus perros. Reclaman a los dueños de las mascotas que “recojan los excrementos”.
Por su parte, la dueña de varios perros, explica que “hay gente que no recoge las heces de los animales, yo llevo ya cuatro bolsas en este rato que estoy aquí. Lo mínimo es que si los sueltas para que hagan cosas, porque a veces atados no las hacen, las recojas, porque el olor es desagradable”, explica y añade que hace un tiempo en el barrio Blanco pusieron un ‘pipicán, “se quejaban los propios vecinos y lo cambiaron por un parque infantil”, concluye.
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