Recalentar las sobras de comida puede no ser la mejor opción y que, en algunos casos, por el tipo de alimento, debe evitarse para no correr riesgos. Al mismo tiempo, en el caso de los alimentos que sí pueden recalentarse, deben tenerse en cuenta algunas cuestiones.
Una de las costumbres más extendidas en la mayoría de hogares es la de recalentar las sobras de comida, evitando así desperdiciar alimentos innecesariamente. Si bien, hay que tener en cuenta que no todos los alimentos son aptos para recalentarse y, en caso de que sí se pueda hacer, debe hacerse de forma correcta para evitar correr riesgos.
Para aquellos alimentos que sí pueden recalentarse, por término general, deben alcanzar temperaturas de 70°C durante dos minutos para eliminar los posibles gérmenes. Además, hay que prestar atención al recipiente, evitando los de plástico, ya que el calor puede hacer que los ftalatos del recipiente pasen a la comida.
- Pollo: el pollo es un alimento que sí puede recalentarse, aunque no debe hacerse más de una vez porque puede afectar a la calidad del alimento y aumentar el riesgo de contaminación. Al recalentar el pollo, su temperatura interna debe alcanzar al menos los 74°C para eliminar posibles bacterias.
- Arroz: pese a que generalmente recalentar el arroz no causa problemas si no se hace repetidamente, debe consumirse estando bien caliente porque a temperatura ambiente las bacterias tienen más facilidad para multiplicarse. Además, debería recalentarse en un plato específicamente diseñado para ello, porque es un alimento que puede contener esporas de Bacillus cereus.
- Patatas: en el caso de las patatas cabe recordar que, pese a que algunas variedades están preparadas para poder recalentarse, podrían generar una bacteria asociada al botulismo llamada Clostridium Botulinum. Por otro lado, al recalentar patatas en el microondas también se pierde su textura y parte de su sabor.
- Setas: tanto las setas como los champiñones también ven alterada su textura al recalentarse en el microondas, debido a que pierden agua y fibra, así como su sabor. Por tanto, se aconseja consumirlos en frío.
- Verduras de hoja verde: al recalentar verduras en el microondas, estas pierden nutrientes, minerales y vitaminas, pero también podrían llegar a convertirse en potenciales agentes cancerígenos. Pese a todo, las verduras de hoja verde, como las espinacas, la col rizada o la remolacha son las que no deberían recalentarse en el microondas.
- Carne procesada: los platos que contengan carne procesada no deberían recalentarse, dado que algunas de las sustancias conservantes que llevan no son adecuadas para la cocción en el microondas.