Don Felipe y doña Letizia acompañados por la Princesa de Asturias presidieron la celebración de la Pascua Militar, que constituye un solemne acto castrense con el que se inicia el año militar.
?A su llegada a la Plaza de la Almudena, los Reyes y la Princesa de Asturias fueron recibidos por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez Pérez-Castejón. A continuación, accedieron a la Plaza de la Armería donde fueron saludados por la ministra de Defensa, Margarita Robles Fernández; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska Gómez; el almirante general, Teodoro Estebán López Calderón; y por el jefe del Cuarto Militar, teniente general Emilio J. Gracia Cirugeda.
Tras los honores de ordenanza (arma presentada, himno nacional completo y salva de veintiún cañonazos), Su Majestad el Rey pasó revista a la formación, acompañado del jefe de Estado Mayor de la Defensa, el jefe del Cuarto Militar y el coronel jefe de la Guardia Real al mando.
Las comisiones situadas en el Salón de Columnas iniciaron el recorrido en el orden que se detalla a continuación hacia la Saleta de Gasparini para el saludo a los Reyes y la Princesa de Asturias y ocupar posteriormente su puesto en el Salón del Trono.
Ya en el Salón del Trono don Felipe impuso condecoraciones a 20 comisionados. Unas palabras de la ministra de Defensa precedieron a las de Su Majestad el Rey, en las que destacó que «Esta celebración no es una más para la Corona. Es la 10ª Pascua Militar que tengo el honor de presidir y felizmente coincide con el hecho de que por 1ª vez nos acompaña la Princesa de Asturias; que, como Dama Cadete de la Academia General Militar, ha iniciado este curso su plan de formación militar. De modo que –junto a la Reina y la Princesa–, como Mando Supremo me alegra transmitiros mi felicitación y reconocimiento anual a los componentes de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil, a los miembros del Centro Nacional de Inteligencia y al conjunto de hombres y mujeres, civiles y militares que, en el Ministerio o en cualquier ámbito sirven a la Defensa y Seguridad Nacional”.
Asimismo, subrayó que “El año 2023 se ha revelado como un período muy exigente, en el que, junto al desarrollo de las misiones permanentes con las que veláis por la soberanía e independencia de España, habéis continuado realizando una larga lista de cometidos dentro de los objetivos estratégicos establecidos en las misiones internacionales”. Para finalizar, Don Felipe transmitió “el afecto sincero y profundo de la Corona hacia quienes integráis las Fuerzas Armadas, la Guardia Civil y el Centro Nacional de Inteligencia, porque, al ofrecer una vida de servicio sacrificado y desinteresado a los demás, sois buen reflejo de la nobleza del pueblo español”.
Finalizadas las palabras del Rey, el jefe de Estado Mayor de la Defensa dio la voz de “Viva el Rey”, que fue contestada por todos los presentes con la voz de “Viva”.
La celebración de la Pascua Militar, constituye un solemne acto castrense con el que se inicia el año militar. En dicho acto se realiza un balance de las vicisitudes del año anterior y se marcan las líneas de acción que se desarrollarán en el siguiente. Además, se imponen condecoraciones militares a aquellos civiles y miembros de las Fuerzas Armadas que se han hecho acreedores de ellas durante el año vencido.
El origen de la Pascua Militar se remonta al reinado de Carlos III, cuando, el 6 de enero de 1782, se recuperó la localidad menorquina de Mahón, que se hallaba en poder de los ingleses. Como expresión de júbilo, Carlos III ordenó a los virreyes, capitanes generales, gobernadores y comandantes militares que, en la fiesta de la Epifanía, reuniesen a las guarniciones y notificasen en su nombre a jefes y oficiales de los ejércitos su felicitación.
La reina y la princesa
Doña Letizia se decantó en esta ocasión por una nueva blusa satinada en tonalidad gris perla, un diseño de cuello cisne con mangas largas abullonadas y una la falda negra en crepé de la firma gallega Böuret. Complementó el conjunto con unos salones de tacón bajo, unos pendientes de diamantes vintage y estrenó peinado, luciendo flequillo a un lado y una coleta.
Por su parte, la Princesa de Asturias lució el uniforme de gala del Ejército de Tierra de color caqui, zapatos negros y calcetines. Como novedad, respecto a su aparición el 12 de octubre, una banda de seda cruzada en el pecho de color azul celeste con los bordes en blanco que representa a la Gran Cruz de la Orden de Carlos III, creada por este en 1771.