Las leyendas de Julio Iglesias se cuentan por cientos, algunas ciertas y otras no, pero todas ellas muy jugosas
Cuenta la leyenda que Julio Iglesias debido a una mala cirugía, sólo posa del lado derecho, algo de verdad debe de haber, porque desde hace 30 años sólo hemos visto, en las fotografías se entiende, esta parte del rostro del cantante más internacional de nuestro país. Otro mito aseguraba que Julio era como Felipe II, el rey en cuyos dominios no se ponía el sol. Decían del cantante allá por los ochenta, cuando bailaba con Nancy Reagan en la Casa Blanca, que durante las 24 horas del día, en una emisora de radio del mundo se estaba escuchando una canción suya. El marketing existía antes de la irrupción de las redes sociales.
Pues bien, hacía mucho tiempo que no sabíamos nada de su numerosa familia. Julio y Miranda, la holandesa que conoció cuando necesitaba tener una mujer hermosa a su lado y se quedó para siempre, nos han dejado ver a sus niñas, Victoria y Cristina, y al pequeño Guillermo. Julio, mal que le pese, no ha sabido hacer hijas, porque hijos sí. Las niñas, tanto éstas de Miranda como la que tuvo con Isabel Preysler, son feuchinas, en cambio los hijos los ha bordado.
No sabemos si es porque quería volver a tener protagonismo o porque se retira del panorama musical, lo cierto es que vuelve a acaparar, sin mucha fortuna, esa es la verdad, la portada de la ‘Biblia’ del couché. Y siguiendo con la rumorología sobre Julio, contaban los mentideros que durante los años ochenta, se apostó con su ex, Isabel Preysler, a que él tendría más portadas de Hola que ella. Aquí perdió, no sólo en los ochenta, también en los noventa y en el siglo XXI. Le ganó la filipina por goleada -utilizando un símil futbolístico ya que el pasado de Julio estuvo unido al fútbol y al Real Madrid, cuando llegó a defender la portería blanca, eso sí, en categorías inferiores-.
Si de ricos hablamos, al lado de la que vamos a mencionar a continuación, Julio Iglesias es pobre de misericordia. No referirnos a la rica heredera por antonomasia, Marta Ortega, la hija pequeña de Amancio Ortega, el tercer hombre más rico del mundo. La ‘zarina’ se ha separado. Todo el mundo asegura que es una joven normal, permitirme que lo dude, nadie puede ser normal con ese fortunón, y que se levanta para trabajar en la sección femenina del buque insignia de su padre. Pero, se me antoja que Marta Ortega, que entre sus íntimas, al menos hípicamente hablando se encuentra Carlota Casiraghi o Atina Onassis, no es una chica normal de La Coruña y que también tiene arranques de niña caprichosa.
Eso, al menos, es lo que se desprende de su separación de Sergio Álvarez, el jinete más guapo del circuito internacional. Ella puso su pupila sobre él. Él se cegó por el brillo y tuvieron un hijo, todo en menos de dos años. Una vez superada la pasión, enamoramiento o vete tú a saber qué, el amor se esfumó y cada uno por su lado. Matrimonios rotos los hubo, los hay y los habrá, pero con tanta rapidez…
Y alejándonos de los millonarios, de euros, no de pesetas, nos encontramos en este repaso con Shaila Durcal y sus problemas de peso, un mal muy del común de los mortales, más después de las comidas copiosas y abundantes de estas dos últimas semanas, de la familia Campos y sus atléteres –Bigote Arrocet y José Valenciano, novios de las Campos más televisivas- y poco más dan de sí las revistas en este inicio de año.
2 comentarios en «Los ricos también lloran y Julio Iglesias»
¡ESTUPENDA, COMO SIEMPRE, LIRA! Da gusto leerte y enterarse de las cosas de estos famosillos.
Me encanta todo lo que Escribes! Un beso, Isabel