Parafraseando la canción Me pediste un beso, de Peret: ‘Me pediste un beso, tú me pediste un beso, en el balcón del Palacio, y como no te lo daba, te pusiste a llorar’.
A Federico X de Dinamarca se le cayó una lágrima al ver a los miles de daneses que esperaban sus primeras palabras como rey. Después, al acompañarlo su esposa Mary en el balcón, agarró su mano, la miró a los ojos y casi que le suplicó que estuviera feliz y que, como compañeros de vida, hiciera todo lo posible porque esos minutos frente a su pueblo fueran como un cuento de hadas, a sabiendas que el cuento del príncipe y la rana, puede tener su viceversa.
La experta en comunicación no verbal, Patrycia Centeno, ha analizado el beso de los reyes daneses. Aunque antes del beso, hubo una casi cobra de Mary de Dinamarca a su marido. Federico X de Dinamarca se acerca, ella parece que va a recibir el beso, pero en un momento dado, cambia la trayectoria de su cara y mira al interior de la estancia. Allí están sus hijos, familiares y asesores, que le deben indicar… ‘Bésalo’.
Centeno explica que hace dos meses, el entonces príncipe Federico, cual personaje del corazón, protagonizó una portada en la revista Lecturas paseando con Genoveva Casanova. Eran unas vacaciones reales, en el más amplio sentido de la palabra, donde se encontraban dos amigos. Lo que ocurrió de puertas para adentro del hogar de la ex de Cayetano Martínez de Irujo es cosa de ellos dos. Genoveva está soltera.