Risas nerviosas, repasos de última hora, comentarios entre amigos-compañeros y rivales,… Todo esto y mucho más se vivía en la entrada de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Salamanca. Allí 671 graduados de Medicina, Farmacia y Enfermería buscaban una de las plazas en sus disciplinas para acceder al mercado laboral sanitario especializado.
MIR
Entre esos cientos de futuros médicos, un grupo de jóvenes de República Dominicana. Al preguntarles que si se les podía hacer alguna pregunta respondieron entre risas: ‘Sí, pero que no sean de Medicina’.
Este grupo llegado desde tierras más cálidas lleva desde el mes de junio preparándose el MIR en España y otros tantos meses en su país. “Venimos por la calidad de vida, la formación que hay en España”, señalan.
Ellos aspiran a encontrar una plaza en Cirugía, Pediatría, Otorrinolaringología, Dermatología o Psiquiatría Infantil.
Buscando mejor calidad de vida, se presentan al MIR un grupo de licenciados de Medicina de Perú. “Aquí hay muchos más recursos en los hospitales que en nuestro país. Este grupo de peruanos busca una plaza en Cirugía, Digestivo, UCI, Traumatología o Plástica.
De la Universidad de Salamanca están cuatro amigos nerviosos. Acabaron en junio y llevan preparándose más intensamente el MIR desde hace siete meses. Quieren acceder a una plaza en Cirugía, Anestesiología, Interna o Medicina Física.
EIR
No solo de médicos vive este examen, a las puertas de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Salamanca estaba Carolina, que es extremeña y estudió Enfermería en la Usal. Lo ve complicado aprobar, pero sí lo logra, le da lo mismo el destino.
En cambio, para una aspirante a un puesto de Enfermería de Ávila, sí tiene claro donde le gustaría ejercer su profesión. “En un centro de salud de Ávila capital”.
FIR
Por último, también han tenido que examinarse los graduados en Farmacia que aspiran a un puesto de farmacéutico en el Sistema Sanitario. Carmen tiene claro que lo importante es “sacar la plaza. Después dónde me lleve la vida”.
Riadas de personas y numerosos coches del que se bajaban una, dos o tres personas. Todas ellas, jóvenes que buscaban una oportunidad para seguir formándose y encontrar un puesto de trabajo.