El mercado financiero viene descontando desde hace meses un escenario óptimo, que se asienta sobre dos pilares fundamentales:
- El ritmo de crecimiento económico seguirá ajustándose a la baja de manera suave y contenida, tras las subidas de tipos de interés llevadas a cabo por los bancos centrales a lo largo de los pasados trimestres.
- La moderación de las tasas de inflación permitirá a los bancos centrales reducir sus tipos de interés de manera contundente —hasta 6 veces a lo largo de este año—, comenzando tan pronto como en este próximo mes de marzo.
Sin embargo, lo que muestra la realidad por el momento es que el ritmo de crecimiento económico se está desacelerando de forma más rápida y desequilibrada que la inflación, lo que podría impedir a los bancos centrales bajar sus tipos de interés tanto y tan pronto como esperan los mercados.
Pero, hoy por hoy, los mercados siguen resistiéndose a contemplar los riesgos asociados a sus expectativas optimistas, y a la postre, y hasta que la realidad termine imponiéndose de una u otra forma, los mercados mandan…
Atendiendo a la dinámica actual de los diferentes mercados, la situación se presenta por ahora un tanto conflictiva:
- Los índices bursátiles estadounidenses NASDAQ100 y S&P500 marcando máximos históricos, en claras tendencias alcistas, aunque excedidas.
- El índice europeo EUROSTOXX50 y el también estadounidense RUSSELL2000 mostrándose relativamente más débiles, dentro de unas dinámicas por el momento no concluyentes.
- Las referencias clave de renta fija —los bonos alemán y estadounidense a 10 años— en claras tendencias bajistas (al alza sus tipos de interés de mercado).
Parece, por tanto, que los mercados se decantan por ahora en favor de una apuesta pro cíclica o de crecimiento, queriendo dar continuidad al impulso alcista iniciado a finales del pasado mes de octubre.
En nuestra opinión, esta apuesta alcista y pro cíclica del mercado es una apuesta arriesgada, pero no es nuestro trabajo debatir con el mercado, a quien, por otra parte, ni le importa ni afecta lo que nosotros digamos y pensemos.
Toca, por tanto, navegar a favor del viento que impone el mercado, pero sin bajar la guardia, porque, como el mar, puede llegar a ser extremadamente cambiante y traicionero…
Félix González
Socio Director General
Capitalia Familiar EAF
