Dilawar Hussain, el pakistaní de 43 años y considerado como el principal sospechoso del asesinato de los tres hermanos de Morata de Tajuña, habría acabado con sus vidas a golpes. Así lo indica el informe preliminar de la autopsia. El supuesto asesino regentaba el locutorio desde el que las hermanas enviaban dinero a los estafadores.
Este lunes, pasada la medianoche, Dilawar Hussein se entregaba en el cuartel de la Guardia Civil de Arganda del Rey con un: “Hola, soy el asesino de los hermanos de Morata”. Tras ello, el principal sospechoso del caso, que ha confesado la autoría del crimen, aunque los agentes detectaron incongruencias en su relato, se encuentra arrestado en el cuartel de Rivas-Vaciamadrid.
Ahora, el informe preliminar de la autopsia ha concluido que la causa de la muerte de los tres septuagenarios se debe a los golpes sufridos. Además, indica que no hay rastro de heridas por arma blanca o de fuego. Todo ello, hace pensar que, inicialmente, la intención de Hussain no fuera asesinar a los hermanos, así como que no se trata de un crimen planificado, sino de oportunidad.
El propio detenido, que ha confesado tanto su “participación en los hechos”, como que lo hizo por “venganza” ante la deuda de alrededor de 60.000€, ya estuvo en prisión por una agresión previa a una de las hermanas. Los hechos se produjeron el pasado 24 de febrero, cuando las dos hermanas acudieron a su casa y este golpeó a una en la cabeza con un martillo.
Tras ello, el Juzgado de Instrucción de Primera Instancia e Instrucción Nº3 de Arganda del Rey decretó prisión provisional para el agresor. Además, en el juicio se le condenó a dos años de cárcel, y se le prohibió acercarse a menos de 500 metros de la víctima y comunicarse con ella durante dos años y seis meses. Sin embargo, la defensa solicitó suspender la pena de prisión, y la acusación no se apuso. Una vez fuera de la cárcel, el hombre habría acudido a la casa de los tres hermanos, en la localidad madrileña de Morata de Tajuña, con el objetivo de saldar una deuda del tiempo en que estuvo viviendo como inquilino en su vivienda.
Una de las hipótesis que se baraja pasa por que el hombre, inicialmente, no tenía la intención de asesinar a los hermanos. Durante algún forcejeo, uno de ellos habría muerto, por lo que el agresor mató a los otros dos para que no hubiera testigos. A continuación, habría tratado de incendiar la casa con los cadáveres dentro.
Por otro lado, este lunes por la tarde se ha procedido al registro del domicilio del principal sospechoso, en Arganda del Rey. No obstante, este llevaba poco tiempo viviendo allí. Además, se ha conocido que el hombre regentaba un locutorio, desde el que las hermanas habrían enviado el dinero a los estafadores. Ante esto, también se baraja que el supuesto agresor, creyéndose la estafa, habría prestado dinero a las mujeres, pero al darse cuenta del engaño, trató de recuperar el préstamo.