El recién coronado rey de Dinamarca bajo el nombre de Federico X está viviendo un inicio de reinado marcado por la polémica relación que habría mantenido con la mexicana Genoveva Casanova. Ahora se ha conocido que el noviazgo duró dos años y el monarca fue quien puso fin para ser rey.
Federico de Dinamarca y Genoveva Casanova mantuvieron una relación de dos años y, pese a que el monarca estaba “muy enamorado”, fue él quien decidió poner fin al noviazgo para convertirse en rey. Así lo ha asegurado la periodista Pilar Eyre en la revista Lecturas, quien ha vuelto a escribir sobre la polémica ‘aventura’ del recién coronado Federico X.
Esta relación secreta se terminó cuando la reina Margarita abdicó y su hijo Federico, por el bien de la Corona danesa, se vio obligado a reconciliarse con su esposa Mary. Además, Eyre apunta a que el romance habría tenido una duración de dos años, para lo cual recuerda algunos mensajes escritos en Instagram por Casanova, aunque ahora han sido borrados, cuyo destinatario sería Federico X.
En uno de ellos, de octubre de 2021, la mexicana escribía junto a una foto suya en Cáceres: “Por qué me preguntas, y si trato de definirlo con palabras, ¿se acercará en algo a esas noches de sudor y hambre, a la angustia de tu ausencia, al cuchillo que me atraviesa el pecho en cada beso?”. También se menciona una publicación dos años posterior, del día en que el príncipe heredero cumplía la mayoría de edad.
Por su parte, desde el programa de Antena 3 ‘Y ahora Sonsoles’ han revelado las conversaciones mantenidas entre Federico X y Genoveva tras la publicación en la revista Lecturas de las imágenes de ambos paseando juntos por Madrid. “Genoveva quiso parar esta portada, pero Federico X no la apoyó”, ha asegurado Nacho Gay.
La mexicana “empieza a preguntarse si existe la posibilidad de frenar la publicación, porque ella sabía que tendría consecuencias terribles para ella”, continúa Gay, añadiendo que, “es ella la que llama a Federico”. “Ella consigue que le valoren las fotografías. Le dicen que como tienen una repercusión internacional, valdrían 200.000€ aproximadamente”, señala.
Por ello, Casanova “llama a Federico de Dinamarca para decirle eso, y le dice que no se puede hacer nada, que eso sería más problemático que la propia publicación”. Finalmente, “entre ellos pactan el silencio absoluto en torno a esta cuestión para que la bola no se hiciese grande”, concluye.
