Ya están los gargantilleros en las inmediaciones de la iglesia de San Juan de Sahagún y en la Plaza del Mercado con sus gargantillas bendecidas.
Salamanca, según cuenta Vicente, que lleva 41 años vendiendo las gargantillas, tiene mucha tradición.
Y como buena tradición, se renueva. Los colores de las gargantillas van desde los clásicos blancos, azules, verdes, rojos… hasta los fosforitos.
La gargantilla se coloca en San Blas, el 3 de febrero, y se quema el Miércoles de Ceniza.