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Seguimos con nuestra idea de ‘Más allá de asana’. Te recuerdo que cada mes vamos descubriendo una postura. Lo hacemos yendo más allá de la postura, y vemos qué implicaciones tiene para ti más allá de tus huesos y tus músculos. Es decir además de los beneficios físicos, qué encontrarás en cada una de las posturas que veremos. ¿Vienes?
Este mes de febrero descubrimos Malasana, la postura de la guirnalda, comúnmente conocida como la postura de la rana.
El nombre sánscrito de esta postura es Malasana, que es una combinación de las palabras «Mala», que significa «guirnalda», y «Asana» que significa postura.
Las guirnaldas de flores se utilizan en India como ofrendas en los rituales y como decoración de los altares. Los collares de meditación también se llaman malas.
Así, las posturas de yoga de apertura de caderas como malasana, se utilizan originalmente para preparar el cuerpo y poder permanecer largos ratos sentado en meditación.
Vamos con la postura paso a paso:
- Colócate de pie y separa un poco las piernas. Comienza a bajar la pelvis para colocarte en cuclillas.
- Ahí, si es posible apoya toda la planta del pie en la esterilla.
- Separa los muslos y las rodillas colocándolos a los lados del tronco.
- Respira conscientemente e intenta alargar tu espalda.
- Coloca las manos juntas en el pecho.
- Alarga los costados y la columna elevando el abdomen y el pecho.
Nota: Si te resulta difícil hacer esta postura, prueba colocando una manta doblada bajo tus talones o siéntate en un bloque.
Más allá de la postura. Malasana desde un punto de vista filosófico
Conexión con la tierra y la raíz: La postura de Malasana nos invita a conectar con la tierra y nuestra raíz, simbolizando la importancia de mantenernos arraigados en medio de las demandas y desafíos de la vida. Recuerda que estar en cuclillas representa una posición natural y ancestral de descanso en muchas culturas. En Occidente no nos es tan fácil ¿verdad?
Dejar ir y liberación: Malasana implica una posición de flexión hacia adelante y una apertura de las caderas, lo que simboliza el acto de soltar y liberar. En este caso para mí esta acción física está en relación con la filosofía del desapego, Aparigraha en yoga. Te invito a que sueltes las tensiones tanto físicas como emocionales.
Interioriza practicar Malasana como un ejercicio de soltar lo que ya no te sirve, también en un nivel mental.
Flexibilidad y adaptabilidad: la postura de Malasana requiere flexibilidad en las caderas y las articulaciones de los tobillos, lo que refleja para mí la idea de ir adaptándonos en la vida con los cambios.
Malasana o la postura de la rana o la guirnalda es una metáfora de la flexibilidad mental y emocional que cultivamos a través de la práctica de yoga.
Si quieres practicar, tu esterilla te espera en calle Zamora 84 en Salamanca, en tu hogar de yoga, Yoga Ganesha.
Que tengas un buen día y te enraíces con flexibilidad a tu momento vital.