El Juzgado de Instrucción nº4 de Salamanca ha absuelto a un hombre a quien le habían robado sus datos personales y suplantaron su identidad para abrir cuentas bancarias y realizar operaciones delictivas. Si bien, la víctima no era el verdadero titular del número de teléfono al que el denunciante del caso realizó el pago de 410 euros.
Según el Magistrado-Juez, «los datos recabados en el curso de la instrucción se revelan insuficientes, al existir dudas razonables y fundadas sobre la participación en los hechos del investigado».
Todo comenzó con un anuncio de una piscina desmontable que el denunciante descubrió en Wallapop. Interesado en adquirir el producto, el usuario se puso en contacto con el anunciante, quien le indicó que debía realizar su pedido a través de su página web. Siguiendo tales indicaciones, el interesado terminó pagando a través de Bizum, la cantidad de 410 euros para adquirir el producto.
El usuario, extrañado de la tardanza en recibir en su domicilio el objeto de compra, intentó ponerse en contacto con el vendedor a través de su página web. Sin embargo, para su sorpresa, allí aparecía un mensaje en el que se desaconsejaba a los clientes comprar ningún producto a través de su portal web y Wallapop, ya que un tercero desconocido les había suplantado su identidad.
Tras denunciar lo ocurrido ante la Guardia Civil, el comprador apuntó como presunto responsable al titular la cuenta bancaria asociada al número de teléfono al que el comprador realizó el pago a través de Bizum.
Por su parte, el denunciado, al enterarse que estaba siendo investigado por un posible delito de estafa, se puso en manos de PenalTech, un despacho de abogados especializado en ciberdelincuencia. «Este tipo de estafas están aumentando exponencialmente, causando estragos en la vida de personas inocentes», explica Fran Peláez, letrado de PenalTech. «Nuestro cliente fue víctima de una oferta de empleo falsa, donde su información y documentación personal fue robada y utilizada para abrir cuentas bancarias fraudulentas y cometer estafas«, confiesa el experto.
La defensa del investigado puso de manifiesto que su cliente no era titular del número de teléfono al que el denunciante realizó el Bizum ni tampoco de la cuenta bancaria asociada a tal contacto. «Como recoge el propio atestado policial, la cuenta bancaria se abrió por canales digitales. Es decir, la entidad financiera no pudo comprobar que la persona que ejecutó tal operación bancaria fuese realmente mi cliente», añade el abogado.
Este caso investigado en los Juzgados de Salamanca no es el único del que ha sido víctima el denunciado. «En 2022, otro juzgado en Alcalá de Henares (Madrid) declaró inocente al mismo individuo en circunstancias similares. Además, en 2023, un procedimiento seguido en Tarrasa (Barcelona) también terminó en absolución», explica Peláez. «En todos estos casos, el verdadero estafador utilizó la documentación de mi cliente, obtenida mediante engaño, para abrir cuentas bancarias y realizar transacciones ilícitas«, añade.
Estos sucesos reflejan una tendencia alarmante en España, donde los delitos de estafa informática han aumentado en un 380% desde 2016. La mayoría de estas estafas se realizan mediante técnicas sofisticadas que hacen difícil rastrear a los verdaderos culpables. «Para prevenir tales escenarios, es crucial proteger los datos personales y ser cautelosos con ofertas online que requieren información sensible. Es aconsejable utilizar sitios web seguros, mantener actualizado el software de seguridad y evitar redes wifi públicas para transacciones sensibles», explica.
Desde el despacho de abogados reconocen que, tras la pandemia, han defendido a multitud de personas en situaciones prácticamente idénticas a las aquí descritas. «La mecánica para llevar a cabo este tipo de estafas es casi siempre muy parecida, aunque cada vez más depurada para evitar dejar rastro«, concluye el experto.