Cada miércoles a las 17.00 horas Asdem -Asociación de Esclorosis Múltiple de Salamanca- acoge el club de lectura, que es mucho más que compartir libros.
Por. Lucía Almaraz Hernández
Para muestra un ejemplo. Adrián R. Vila, experto en el ámbito editorial y escritor, compartió con los asociados y voluntarios su experiencia en las editoriales cartoneras. Tan entretenida fue la charla que tuvo en vilo a todos los presentes, que no han dudado en ‘saciar’ todas las curiosidades que les han surgido durante la exposición. “Esto es una tendencia que recorre Latinoamérica desde hace más de 20 años, al margen de la industria cultural”, comienza explicando Vila.
De esta forma, las editoriales cartoneras son una alternativa a las publicaciones tradicionales, tanto por sus temáticas, como en el uso de los materiales para cada publicación. Nacieron con el milenio, cartonera viene de cartón, de los cartoneros, que son las personas que recogían el cartón de los residuos de la calle. Así, la primera editorial que se creó fue Eloísa Cartonera en Buenos Aires, y poco a poco se fue expandiendo este fenómeno por Latinoamérica, llegando a día de hoy a otros muchos países, incluido aquí en España.
Estas editoriales se crean con la idea de acercar los libros al público. “La industria está muy concentrada, sobre todo el soporte en papel”, matiza Vila.
Estos ejemplares tienen una vida más corta a la de un libro normal, de unos 15 años, no obstante, las ediciones cartoneras amplían el acceso a la publicación de autores y formas poéticas, en el marco de un mercado editorial restringido. Así, accedieron a sus ediciones 203 escritores + 87 artistas plásticos.
También, introducen a sectores sociales diversos en las temáticas propuestas para la edición: distintas edades, diversas prácticas socioculturales. Por otro lado, permiten el acceso de alumnos de todos los sectores sociales al Museo de Artes Plásticas y el de estudiantes de Artes Visuales a la producción ligada a temas de DDHH. Sin olvidar, que con ellas se colabora a una mejora del medio ambiente, debido a la reutilización y reciclaje de materiales.
¿Qué publican?
Principalmente, ediciones, tópicos de la edición, criterios poéticos, quiénes son los que escriben, quién está a cargo de las editoriales… Solo pueden confeccionar pequeños libros, como cuentos o poemarios de unas 15-20 páginas.
¿Cómo es el proceso?
En primer lugar, imprimen el interior, algunos de ellos cuentan con ilustraciones y otros son meramente texto. Seguidamente, compran el cartón a los cartoneros de la calle para que, después, estos puedan cortarlas con moldes que les facilitan y material necesario como cutters o tijeras. Todo el mundo que quiera pueda pintar las portadas, en esta actividad participan escolares, tanto pequeños, como mayores, universitarios, expertos en artes plásticas, periodistas, oficiales de policía…
¿Quién se involucra en la creación?
Durante el proceso creativo hay músicos y grupos de teatro, que colaboran y representan algunas de las obras. Cuando están montados, los más adultos se encargan de pegar los libros. Unos días después, se distribuyen varios ejemplares se mandan a bibliotecas y colegios, otros se venden y, el dinero recaudado se destina a los cartoneros. En la actualidad las publicaciones cartoneras se pueden conseguir en Amazon, una digitalización que les ha abierto muchas puertas.
Uno de los países donde están haciendo furor las editoriales cantoneras es Argentina. “Está plagada de editoriales pequeñas, la gente es muy solidaria y no hay problemas con los derechos de autor, porque allí no existen, hay una participación masiva”, explica Vila.
A lo que añade que el futuro de estas editoriales dependerá de “la asociación con editoriales pequeñas y la digitalización, si no se lo come la industria cultural” concluye el escritor.
Entre los comentarios que surgieron al concluir la charla, destacan: “Es originalísimo, no lo había visto nunca”. “Sería una iniciativa, una manualidad que podríamos hacer aquí perfectamente”.