El lugar de las mil historias honra a hombres de libertad

Salamanca honró este sábado la memoria de 148 brigadistas internacionales colocando un monolito y una placa en el solar del convento de las Madres Comendadoras de Santiago.
Homenaje a los brigadistas internacionales encarcelados en Salamanca.

Vinieron miles, de ellos, unos 15.000 perdieron la vida. Hombres y mujeres que llegaron de todo el mundo para defender al Gobierno de la República en contra del levantamiento y posterior Guerra Civil en nuestro país. Algunos de ellos perdieron su vida en nuestro país. De eso, hace casi nueve décadas.

Salamanca honró este sábado la memoria de 148 brigadistas internacionales colocando un monolito y una placa en el solar del convento de las Madres Comendadoras de Santiago. Fueron encarcelados en las dos cárceles que había en Salamanca allá por los años treinta del siglo pasado, la de Prisión Provincial y la del Convento de las Comendadoras de Santiago.

Alrededor de un centenar de personas estuvieron presentes en el reconocimiento. Antonio Antolín, vicepresidente de la Asociación Memoria y Justicia de Salamanca, recordó que este lugar, donde en su día se asentó el convento de las Madres Comendadoras de Santiago, tiene mucha historia en sus cimientos, que es lo que queda de aquel edificio levantado en la Edad Media.

Antolín recordó que las religiosas que habitaron el convento en aquellos siglos eran mujeres combativas que reivindicaban el bienestar para los más desfavorecidos. Hecho que no gustaba, por lo que eran señaladas. ¡Qué mejor lugar!

Después vendría la Desamortización de Mendizábal y el inmueble pasó a manos municipales, que lo convirtió en archivo municipal y sede de lo que por aquella época podía denominarse Policía Local. Por lo tanto, se hicieron calabozos en su interior, con lo que también servía como cárcel.  

Con la llegada de la República y con Victoria Kent como directora General de Prisiones, se construyó la cárcel de la Aldehuela en Salamanca y el convento de las Madres Comendadoras de Santiago dejó de tener esa función, hasta que estalló la Guerra Civil y se necesitaban espacios para encarcelar a los contrarios al levantamiento de Franco. Entre ellos, los 148 brigadistas llegados de medio mundo para defender al Gobierno legítimo de la República.

La Asociación Memoria y Justicia de Salamanca le ha pedido al Ayuntamiento que este espacio sin nombre, donde se homenajea a los brigadistas internaciones, tenga nombre. Fernando Rodríguez, concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Salamanca se ha comprometido a ello, porque como señaló durante el homenaje a los brigadistas internacionales «es muy fácil trabajar con la asociación. Siempre tienen una posición positiva y talante”, señaló.

Salamanca seguirá recordando a estos hombres y mujeres que solo por no tener las misma ideas políticas que los vencedores de la Guerra Civil fueron asesinados, encarcelados o represaliados. Rodríguez adelantó que el Ayuntamiento y la asociación Memoria y Justicia trabaja para homenajear a los salmantinos retenidos, muertos o asesinados en los campos de concentración Nazis.

Nos miran. Así, con esas dos palabras inició Ángel González Quesada la última parte del reconocimiento a los brigadistas.

El poeta demanda en sus versos que “habremos de mirar desde todos los nortes a todos los pasados”.

Por ello, Quesada implora que “esta Salamanca de brillo olvidadizo, donde negamos luz a lo que somos, a pesar de la amnesia, tendremos que decir de lo somos”.

Así, el escritor señala que este sábado “dejamos grabada la caricia profunda, el tributo mejor de la memoria, en estos muros secos que miraron un día otras pupilas vivas”.

“A vosotros, brigadistas del empeño de nuestra esperanza que hoy todavía vuestro aliento susurra en mitad de la cueva de un corazón, el nuestro, que quiere desatarosde tanta deslealtad, de tanto olvido…”, solicitó Quesada.

Reconoció con sus palabras que gracias a hombres y mujeres como ellos, hoy tenemos lo que tenemos. “Si os quedasteis sin manos por amasar el pan del porvenir, sin ojos por curar nuestra ceguera, sin la vida por este oxígeno que hoy mismo respiramos…; también legasteis vuestro nombreal vórtice posible de nuestra libertad”.

Por ello, Quesada expuso que «más allá de fusiles y trincheras de obuses y de arengas, de uniformes, banderas, entorchados, generales y de imposibles autos de fe, el valor de vivir por una causa nuestra de morir por nuestros pecados merece la lealtad interminable: ésta que hoy intentamos brigadistas…”.

Puntualizó al señalar que «convertimos la memoria en un gesto, recordamos sin nombre vuestra imagen, y sin número vuestra inmensidad. “Las Brigadas Internacionales, cuya mención acerca al corazón el pulso del abrazo aquí, en Salamanca, febreriza y oscura año tras año, donde miraron ellos estos muros cual miramos ahora sus cuerpos invisibles que nos miran y en cada destello de la historia en cada rayo de luz en cada esquina brillará para siempre esta sencilla dádiva del agradecimiento que en este otro febrero dona la ciudad a la memoria”.

Y por último, este sábado “dejamos aquí para los ojos, para que el tiempo crezca y no se acabe, para el ajuar de la memoria y el viaje de los años, para todos ellos que nos siguen mirando, esta inscripción más suya que de nosotros, esta tardía justicia, esta caricia apenas que les nombra, brigadistas internacionales, hombres de la libertad”.

Salud, camaradas.

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1 comentario en «El lugar de las mil historias honra a hombres de libertad»

  1. Gracias a Ángel González Quesada, siempre por su compromiso por la justicia y la libertad. Y por su poesía y teatro siempre…que tanto a dado a Salamanca (aunque muchos por envidia no quieran reconocerlo).

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