Hizo las maletas hace 18 años y cruzó el charco para probar suerte en Brasil. Ahora es profesor de español y traductor en Campo Grande, capital del estado brasileño de Mato Grosso do Sul. Arrastra las palabras al hablar, pero conserva el acento salmantino. Ha pasado en una semana de estar a 35 ó 37 grados a -3 grados. En esta charla hace un repaso a la educación, la corrupción y las oportunidades que ofrece Brasil a los profesionales españoles.
¿Cómo está la situación educativa en Brasil?
Un desastre absoluto. Alexandra, mi ex esposa, trabaja en la enseñanza pública en escuela rurales. Son analfabetos funcionales. Yo he trabajado en escuelas de Segundo Grado -Bachillerato- privadas, son muy caras, estudian alumnos cuyas familias pueden pagar 500 dólares al mes, y son igualmente muy malas. Cada vez está peor. Siempre hay estudiantes buenos, pero el conjunto son analfabetos funcionales.
Lleva 18 años viviendo en Brasil dedicándose a la enseñanza. ¿Siempre ha sido así o ha ido en aumento?
Cada vez peor. Es similar a la Educación en España que cada vez está peor. No hay disciplina, hay problemas de estudios,… Hay un periodista en Brasil, Luis Carlos Prates, que llama a todo esto la pedagogía del amor, que ironiza diciendo: ‘Tienes que aprender porqué sí, hay que ir al psicólogo, en vez de darle un palo’. Él es muy radical y dice que hay que militarizar las escuelas, en Brasil hay escuelas militares algo parecido a las que se pueden ver en las películas americanas, un poco más cutres, pero con esa filosofía. Funcionan muy bien, porque los alumnos al terminar suelen ir a universidades públicas.
La formación requiere esfuerzo, no se aprende por ósmosis…
Claro. Antes de venir a España vi un reportaje en la televisión que hablaba de los problemas de la educación en el Amazonas. En las escuelas del interior había mucha droga y violencia. No sabían qué hacer. Militarizaron las escuelas, incluso fue la policía militar, que sería algo así como aquí La Guardia Civil, alumnos y alumnas con uniforme, tenían que saludar militarmente,… Se acabó el problema en tres meses y en un año habían conseguido aumentar el nivel escolar de todos los alumnos. Los padres estaban muy felices porque los hijos estaban aprendiendo. Esto te hace pensar que quizá sería una solución militarizar las escuelas. No soy muy pro militar y menos en estos países, pero funcionó.
Como profesor de español en Brasil. ¿Tiene tirón nuestro idioma allí?
Menos del que debería. Vivo al lado de Bolivia y de Paraguay y los brasileños dicen: ‘Yo los entiendo’. ¡Mentira!, no entienden nada. ¡Qué le vas a hacer! ¿Tengo alumnos? Sí. ¿Es fácil hacer un grupo grande de alumnos? No. También hay que tener en cuenta que los cursos de idiomas son más caros que aquí, por lo que excluyen a determinadas personas y te limitan hasta cierto punto. ¿Qué podría hacer yo que tengo alumnos pudientes? ¿Cómo voy a cobrar la mitad a otros de clases más bajas? ¡Sería una injusticia con los que pueden pagarlo! Te limita la expansión. ¿Podría dar clases más baratas? Sí. ¿Me conviene? No.
¿Cómo nos ven los brasileños a los españoles?
La educación es tan mala que yo diría que cinco de cada diez brasileños de clase baja, se imaginan que España está al norte de México. No creo que tengan ni idea de dónde está España. (Risas) Muchas veces les digo que Brasil formaba parte del imperio español durante el reinado de Felipe II y tienen un desconocimiento absoluto. Incluso, los que en teoría van a escuelas privadas, no tienen ni idea. El resto de los brasileños, que sí conocen donde está España, creo que aún conservan esa imagen de toros y sevillanas, parecida a que tenemos nosotros de ellos de playas y mulatas. ¡Topicazos! Luego hay una minoría, que han viajado, y saben perfectamente dónde está España, Portugal, Italia o Francia.
¿Cómo nos ve usted?
(Silencio) Hay una expresión brasileña que traducida viene a decir: ‘Todavía no te diste cuenta’. Los españoles han vivido por encima de sus posibilidades…
Pero, ¿quién ha vivido por encima de sus posibilidades?
Todos. Si yo soy accionista de una empresa y hay unos ejecutivos que la mandan a la mierda, ¿la culpa es del ejecutivo o mía por contratarlo? Aquí puedes escoger a unos inútiles y luego lavarte las manos como Pilatos y decir: ‘Es que yo no sabía’. Eres responsable de lo que haces. Si te están construyendo un aeropuerto en medio de la nada; si te están ‘vendiendo’ un tranvía… Te tienes que hacer la mínima pregunta:’ ¿Quién paga esto?’ Sale de los impuestos o sale de la deuda pública, pero al final tienes que pagarlo. Todavía no os habéis dado cuenta de que hay que pagar todo eso, porque si no, los españoles serán o seremos unos bandidos. Es como si yo voy a un hotel de cinco estrellas y cuando me dan la cuenta les digo que es injusto y que es muy caro, pero déjame seguir viviendo en el hotel de cinco estrellas. Somos más pobres. ¡Claro que somos más pobres! Nosotros hemos vivido en la España de las carreteras de mierda,… ¡Y era 1982! No hace tanto de eso. Ahora hay unas infraestructuras que a lo mejor no nos lo podemos permitir. ¡Es ridículo!. Leí el otro día que España tenía más kilómetros de vías de tren de alta velocidad que toda Europa junta. ¡No puede ser! Bill Gates tiene una mansión y yo la quiero, pero no puedo. Si quiero eso tendré que trabajar para conseguirlo. No puedes ser un parásito. Es difícil explicar esa mentalidad de parásito a los brasileños, que son unos emprendedores, aunque cada vez menos. Eso es lo que me irrita de España. Somos gente simpática, pero estamos alienados. Hay que trabajar para conseguir las cosas.
Ha hablado de que los brasileños son emprendedores. ¿Continúa Brasil siendo un país de oportunidades?
Cada vez menos, porque cada vez está más arraigada la teoría de la igualdad social, la de: ‘Voy a darte una ayuda,…’ No sé como está ahora Andalucía con el PER y la peonadas,… pues imagina eso, pero en millones y millones de personas. Por lo que aquella persona que cogía un carrito y vendía churros por la calle, emprendedora, que mandaba a sus hijos a la escuela, que era muy humilde dice: ‘¿Para qué? Me compensa más tener más hijos y así me dan más ayudas sociales y me quedo en casa’.
¿Hay hambre en Brasil?
No. Es más, hay más obesos mórbidos en Brasil que en otros países. Comerán mal, pero no se mueren de hambre. Incluso cuando veáis esas imágenes de lo pobres que son en Perú o en Brasil y te sale la pichicha gorda. ¿No os habéis parado a pensarlo? Comen mal, muchas grasas, pero de hambre no se mueren. No he visto un muerto de hambre en Brasil en mi vida y llevo viviendo allí 18 años.
¿Qué tipo de profesionales españoles tendrían hoy cabida en Brasil?
El sistema educativo es tan patético que no hay mano de obra especializada. Todos los profesionales soldadores, electricistas industriales,… Todos los técnicos de aquí tendrían posibilidades allí, porque el que tiene un mínimo de conocimiento se va a la Universidad. El que podía hacer ese tipo de cursos para prosperar en la vida es un analfabeto funcional. El sistema no le ha dado la posibilidad de entender académicamente ese curso, que son gratuitos y los da el Gobierno, por lo que los abandonan, porque no tienen capacidad de aprender. En cierto modo es culpa de occidente, porque les dieron mucho dinero a cambio de aumentar por ejemplo del 52 al 65% los niños escolarizados. Es un juego de estadísticas, poco importa si los profesores estaban o no preparados, si los alumnos aprendían o no,… La cuestión era que los números cuadraran.
Eso es lo que dicen las encuestas, que los brasileños son los más felices del mundo…
Sí, parece mentira, porque si lo analizas bien viven en casas de mierda, te crujen a impuestos, te vienen la riada del siglo, hay violencia, no puedes salir a la calle,… Creo que es por el desconocimiento de otros lugares por lo que se consideran felices. Pienso que es porque no pueden comparar con otro país.
Salgamos de España. ¿Qué consejo le daría a los jóvenes que al igual que usted deciden marcharse de España?
Brasil tiene un problema para los emigrantes que van. He conocido a varios constructores que vivieron en mi ciudad. Todos tuvieron problemas con los documentos, con el permiso de trabajo, con el de residencia,… Si quieren viajar a Brasil o Argentina les aconsejo que lo miren bien antes de viajar, porque si no será un dolor de cabeza terrible. Tendrán que comenzar a pagar a abogados allí para que te lo gestionen todo y son países corruptos, no tanto como se puede pensar, pero sí que son corruptos. Mucho papeleo. Por lo que si puedes salir de aquí con todos los documentos en regla, mucho mejor. Les aconsejo que eviten ciudades grandes, porque todo es muy grande. En Sao Paulo, 15 millones de personas. Detesto eso, porque no se puede vivir allí. Los atascos son de 30 kilómetros. Hay ciudades que te ofrecen una calidad de viva superior, como son las ciudades del interior de Brasil, donde también hay muchas más oportunidades.
Ha hablado de corrupción…
La corrupción siempre es más de lo que piensas. Tanto aquí, que ya lo hemos visto, como allá. Todos esos países son corruptos. Vivo a 800 kilómetros de Asunción, en Paraguay, y no se me ocurriría ir en coche en la vida, porque la policía te para pedirte la ‘propina’ como dicen en Brasil. Ese extremo de corrupción no lo tienes en Brasil. Ningún policía te va a pedir dinero. Esa corrupción pequeña, igual que antiguamente pudo existir en España, ya no está instaurada. El país va creciendo económicamente y la corrupción también crece, se traslada a otros estamentos.
Carlos, ¿la violencia es palpable si vas por la calle?
Es que las personas no van por la calle como aquí. Vas a un parque público, donde hay guardias o lugares más concurridos donde hay una cierta vigilancia pública o al centro de la ciudad donde hay tiendas y también policías. Los asesinatos suelen ocurrir por la noche a consecuencia de ajustes de cuentas. El problema de la violencia es un problema de sentimientos. Sabes que existe, que está ahí fuera, que te puede tocar, entonces tomas precauciones y todas las casas tienen vigilancia o las famosas concertinas, incluso yo voy a instalarlas en mi casa, ¡Es una locura lo de la seguridad! Se compran coches blindados…
Sinceramente, ¿es real o es impostada para hacer negocio todas esas empresas de seguridad?
No, no, no. Es real. Existe una obsesión, aunque a todo te acostumbras. Salen las cifras de muertos y por ejemplo, el año pasado murieron a balazos 55.000 personas. ¡Eso es una guerra! Pero, si hablas con un brasileño, en la época de los atentados de ETA, te decían que cómo podíamos estar tranquilos viviendo en un país con terrorismo. Y venían a España muertos de miedo. Nosotros en todos los años que estuvo activa ETA tuvimos 1.000 muertos. ¡Esas personas mueren en Sao Paulo en tres meses! Pero, el brasileño que vive allí, está pensando que aquí le puede explotar una bomba en cualquier momento. A nosotros no nos daba miedo, ¿verdad? Pues allá, vives en medio de una violencia que existe, te acostumbras. Tomas precauciones como: no parar en un semáforo por la noche, miras constantemente a los lados por si hay alguien con mal aspecto se acerca,…