Opinión

Miedo

[dropcap]M[/dropcap]iedo a decir lo que se piensa, a opinar, a llevar la contraria, incluso a protestar. Miedo a exhibir las propias ideas, a señalar las conductas impropias, las insoportables, las inaguantables, y no digamos a denunciar. Miedo a ser víctima de las represalias, miedo a meter la pata y no tener ya ocasión de sacarla, miedo incluso a levantar la voz, a ser reconocido como disidente. Miedo a no seguir la corriente, a no votar lo que lleva ventaja en las encuestas, a decir que no siempre la novedad es mejor que la renovación. Miedo a ejercer tu profesión hasta las últimas consecuencias, haciendo de tu oficio una bandera ética. Miedo a hablar de la ética. Miedo a decir en público que el honor, el compromiso, la resistencia solitaria en tu puesto, no son ideas viejas ni trasnochadas. Miedo a la risa de los cretinos. Miedo a la mirada de los poderosos. Miedo incluso a las cosas que de verdad dan miedo.

Pero el miedo no solo es indigno, sino que no sirve para nada, porque no te matan por lo que dices ni por lo que haces, sino por lo que eres, y no lo puedes dejar de ser sin perderlo todo. Ser libre es tener la inteligencia de despreciar el miedo por inútil. Como lo desprecian los que nos cuentan lo que pasa. Como un juez que trabaja en una isla. Como los periodistas del Charlie Hebdo.

— oOo —

Deja un comentario

No dejes ni tu nombre ni el correo. Deja tu comentario como 'Anónimo' o un alias.

Te recomendamos

Buscar
Servicios