El pasado domingo ocurrió algo inusual en Fiesta. Emma García se levantaba de la silla, llamaba irrespetuosa a su invitada, se dirigía a la cámara y daba paso a la publicidad.
La invitada era Paloma Lago que, minutos antes de entrar en directo, mostraba lo contenta que estaba por acudir a Fiesta y contar todos sus proyectos.
Se ha armado revuelo y la propia Paloma Lago ha querido explicar su versión de lo sucedido en una de sus stories de Instagram:
Hoy iba a Fiesta a una entrevista blanca para hablar sobre mi trayectoria profesional y mis proyectos presentes y futuros, sobre mi familia por el año tan bonito y tan ilusionante que tenemos por delante. (Su hijo Javier García Obregón se casa en mayo)
Para ello, como suele ocurrir en estos casos me hicieron una entrevista previa.
Mi sorpresa fue mayúscula cuando me empezaron a preguntar sobre un tema que absolutamente nada tenía que ver con lo acordado y del que yo jamás hubiera aceptado hablar en un plató.
Faltar a la palabra no está bien. Esto es lo que ha pasado hoy en Fiesta. Ni más ni menos.
Durante la entrevista, Paloma Lago habló de su ex cuñada, Ana Obregón, y de cómo la veía ahora. «A Ana la veo exultante, llena de vida, y la vida se la ha devuelto esta niñita. Ana tiene todo mi respeto, me da igual lo que opinen. Mi sentimiento es de admiración y cariño hacia ella y la decisión que tomó”, aclaró.
Sobre la relación que mantiene con Ana Obregón, aseguró que es muy buena. Es la madrina de su hijo, Javier, que se casará en mayo. “Es su ahijado, la adora y ella lo adora a él. Esa relación, ese vínculo, ha crecido con toda esta triste perdida. No hay que olvidar que somos una familia muy unida”, explicó durante la entrevista, antes de que se ‘torcieran’ las cosas.