El Carnaval del Toro, una fiesta épica

Se celebra desde hace más de cinco siglos y aúna música, cultura y festejos taurinos
Capea del lunes. (Ical/Vicente)

Cada año, fieles a su cita con una historia documentada de más de cinco siglos, los encierros de toros de lidia vuelven a las calles de Ciudad Rodrigo en una fiesta épica que enfrenta en singular batalla la bravura de los animales y la valentía de los corredores: El Carnaval del Toro.

Al mismo tiempo que por todo el mundo se celebran carnavales centrados principalmente en el disfraz, la máscara y la música, Ciudad Rodrigo se convierte en la principal cita taurina popular de la Península Ibérica en los inicios de cada año, allá por el mes de febrero. Un Carnaval del Toro que aúna en torno a la figura del toro bravo todos los ingredientes indispensables de cualquier carnaval: disfraz, música y 24 horas de animación en la calle. Una celebración que no está reservada a los farinatos (nombre popular que reciben los mirobrigenses), sino que está abierta a todas las personas que deseen sumarse a la fiesta independientemente de su procedencia.

Historia

La historia del Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo, de la celebración de encierros taurinos en la ciudad, se remonta al menos a hace más de cinco siglos, según se desprende de los documentos conservados en el Archivo Histórico Municipal de Ciudad Rodrigo y el Archivo General de Simancas, por los que está probado que el origen de estos populares festejos taurinos se remonta, al menos, a 1417 como se puede constar en el documento conservado en el Archivo de la Casa Consistorial.

Por este documento, el Concejo arrienda el piélago del Puente para la pesca a Bertol Sánchez a cambio de que “haga las talanqueras cuando hubieren de correr toros y ponga el tablado por el día de San Juan o por las alegrías del Rey”, firmado por el notario público Alfonso Fernández. Tomado como base del estudio realizado en el 1988 por Ángel Barrios, este documento avala la celebración de encierros muchos años antes, ya en el siglo XIV, ya que habla de una práctica habitual.

Esta práctica habitual de “correr toros” en Miróbriga está refrendada el 24 de septiembre de 1493 en la misiva enviada por los Reyes Católicos al Concejo mirobrigense en la que, con ocasión del cambio de Corregidor, Isabel y Fernando piden al nuevo nombrado que dé cuenta de los gastos producidos durante el mandato de su predecesor.

En dicho escrito, los Reyes Católicos instan a que se reduzcan los gastos en fiestas en Ciudad Rodrigo porque “parece que en esa dicha ciudad se corren muchas veces toros e en ellos se hacen gastos demasiados”. Continúa la misiva (sic): “mandamos que de aqui adelante non se pague en esa dicha ciudad de los propios della ni por repartimiento mas de fasta seis toros cada año repartidos por las fiestas que a vosotros paresciere e bien visto fuera”.

Por otra parte, el historiador mirobrigense Justo García Sánchez asegura que, “el Carnaval con encierros y desencierros de forma ininterrumpida comienzan en el siglo XVIII”, refiriéndose a los encierros como tales ya que las fiestas de toros a lo largo del año se sucedían con ocasión de cualquier acontecimiento importante para la ciudad.

En cuanto a la continuidad de dichos encierros desde el siglo XVIII no hay constancia de la suspensión de ningún festejo salvo en ocasiones puntuales, caso de mediados de los años 60 y 80 del pasado siglo, en los que por causa de las fuertes nevadas hubo de suspenderse alguna jornada completa del Carnaval.

Además de estos documentos, existen referencias a los encierros taurinos de Ciudad Rodrigo también en escritos de grandes literatos, como Lope de Vega (1562-1635), que en su obra ‘La Buena Guarda’, habla de Ciudad Rodrigo y en uno de sus capítulos explica cómo se celebraba ya su Carnaval. Una larga historia que ha sido reconocida por las autoridades competentes concediéndole al Carnaval del Toro el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Nacional desde el 18 de enero de 1980, publicándose la resolución de la Secretaría de Estado de Turismo en el Boletín Oficial del Estado el día 16 de febrero de ese mismo año, como ‘Fiestas Tradicionales’, así como Espectáculo Taurino Tradicional, en 2011.

Preparativos

Los preparativos para la celebración del Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo comienzan meses antes de la cita festiva, allá por el mes de agosto del año anterior, conformándose los equipos que han de realizar la selección de los toros que tomarán parte en los encierros y capeas populares, así como en los festejos serios (corridas de toros).

Es después de la celebración de la festividad patronal de San Sebastián cuando en Ciudad Rodrigo comienza a vivirse de forma intensa la proximidad del Carnaval del Toro. Son varias las semanas en las que los operarios municipales se afanan en el montaje e instalación de las tradicionales “agujas”, el vallado que cierra el recorrido de los encierros taurinos que confluyen en la Plaza Mayor.

Es precisamente la Plaza Mayor de Ciudad Rodrigo el espacio que una mayor transformación sufre para la celebración del Carnaval del Toro. Un espacio que es ocupado por un original, tradicional y cuadrangular coso taurino formado por cinco puertas y 47 barreras sobre las que de manera totalmente artesanal se construyen las gradas para el público, denominadas popularmente “tablaos” al estar íntegramente formadas por madera. La construcción de los “tablaos” de la Plaza Mayor de Ciudad Rodrigo es realizada por los propios mirobrigenses, peñas, agrupaciones y familias que de generación en generación van transmitiendo la depurada técnica de construcción.

Una labor tradicional que desde julio de 2023 cuenta con el reconocimiento y la protección de la declaración como Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial, por la que la Junta de Castilla y León reconoce que, “la plaza de toros de Ciudad Rodrigo constituye un singular ejemplo de arquitectura efímera que se monta y se desmonta íntegramente cada año, siguiendo un modo de hacer transmitido y mantenido como patrimonio vivo de generación en generación, expresión significativa de la forma de vida de una comunidad, seña de identidad y cohesión de los vecinos que, tradicionalmente, se ha desarrollado en esta localidad”.

Carnaval Cultural

Las fiestas populares del Carnaval del Toro cuentan con un intenso preámbulo conocido como Carnaval Cultural en el que las peñas y asociaciones celebran la llegada de los festejos con pregones pronunciados por personajes de renombre relacionados con el toro, el caballo, el Carnaval, la fiesta y la cultura. Un Carnaval Cultural que culmina la misma tarde noche del viernes de Carnaval con el Pregón Mayor, acto con el que oficialmente se abre el Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo en el Teatro Nuevo Fernando Arrabal.

Tiene un especial protagonismo en este Carnaval Cultural, la Rondalla ‘Tres Columnas’, una murga creada a mediados del pasado siglo que desde 15 días antes del inicio de las fiestas hasta la víspera de las mismas lleva sus coplas y rondas por las calles de la ciudad. Coplas que sirven de pícaro y mordiente resumen de todo lo acontecido durante el año en Ciudad Rodrigo.

Otro de los actos principales de este Carnaval Cultural es la presentación del Libro del Carnaval del Toro, volumen editado por el Ayuntamiento en el que se recogen, además de la crónica del año anterior, un gran número de colaboraciones realizadas por distintos autores sobre muy variados temas relacionados con la historia de Ciudad Rodrigo y su Tierra.

Explosión festiva

El Carnaval del Toro se desarrolla cada año desde el viernes de Carnaval hasta el martes de Carnaval, en las jornadas previas al tradicional miércoles de Ceniza. Desde hace más de una década el arranque del Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo tiene en el ‘Primer Campanazo’ su inauguración popular. Un acto que llena por completo la Plaza Mayor, desde los tablaos hasta la arena del coso, para vivir en primera persona el primer aldabonazo del ‘Reloj Suelto’, organizado por la asociación Carnavaldeltoro.es.

Será este Reloj Suelto -que debe su nombre a que se utiliza la campana del reloj de la Casa Consistorial- el que avise con sus campanazos durante los días del Carnaval del Toro de la presencia de toros en las calles en la celebración de los tradicionales encierros.

Festejos taurinos populares

El intenso programa del Carnaval del Toro, en su aspecto taurino, comienza la misma tarde del viernes de Carnaval con el aperitivo que supone la suelta de los bueyes en el “encierro de mansos”, con el objetivo de que los cabestros conozcan el recorrido de los encierros que posteriormente habrán de realizar acompañando y guiando a los toros bravos.

Desde el sábado hasta el martes de Carnaval se celebran los encierros taurinos, festejos en los que se sueltan en las calles seis astados en cada uno de los encierros diarios para disfrute tanto de los corredores como del público que llena las “agujas”, balcones y “tablaos” de la Plaza Mayor. Unos encierros que discurren a través del casco urbano de Ciudad Rodrigo hasta entrar en la zona histórica, el recinto amurallado, por la Puerta del Conde desde El Registro para alcanzar la Plaza Mayor a través de la histórica y estrecha calle Madrid.

Pero no solo se celebran encierros taurinos durante el Carnaval del Toro ya que a estos festejos se añaden cada día las capeas (matinales, vespertinas y nocturnas) en la Plaza Mayor y la suelta de dos ejemplares únicos, el “Toro del Antruejo”, la mañana del sábado de Carnaval, y el “Toro del Aguardiente”, la mañana del martes de Carnaval. A estos festejos taurinos populares se suman, también diariamente, los festejos serios, novilladas y festivales en los que participan desde las primeras figuras del escalafón hasta novilleros que tienen en la Plaza Mayor de Ciudad Rodrigo una de sus primeras oportunidades gracias a la labor que desde hace más de medio siglo desarrolla el Bolsín Taurino Mirobrigense.

El disfraz

Como en cualquier carnaval del mundo, en el Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo el disfraz tiene un marcado protagonismo con presencia permanente en las calles gracias a la iniciativa de las peñas y grupos de amigos, así como a los concursos promovidos por el Ayuntamiento mirobrigense, que reconoce anualmente a las mejores caracterizaciones que permanezcan durante las cinco jornadas de las fiestas en la calle. Una animación en la que también participan las miles de personas que cada año llegan de fuera de la ciudad, los forasteros.

La música

La música en el Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo llega de la mano de las charangas, agrupaciones musicales, principalmente de viento y percusión, que animan las calles durante los días de las fiestas moviéndose por toda la ciudad.

Una fiesta internacional

La sincera acogida que los mirobrigenses dispensan a los forasteros, haciéndolos partícipes del gran ambiente festivo de la ciudad, y la cercanía de Ciudad Rodrigo con Salamanca, cuna de una de las principales universidades de España, hacen que cada año sean miles los extranjeros de cualquier parte del mundo los que disfruten del Carnaval del Toro. Un Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo que cuenta con todos los requisitos para convertirse en los próximos años en Fiesta de Interés Turístico Internacional, un proceso ya iniciado por el Ayuntamiento para la consecución de la declaración por parte de las autoridades competentes.

1 comentario en «El Carnaval del Toro, una fiesta épica»

  1. No entraré en si la matanza de un animal por diversión es cosa de personas racionales y con un mínimo de respeto a la vida o si es un arte o una desviación mental, pero si entraré en lo que deja detrás el carnaval del pobre toro. Ejemplo de esa irracionalidad e irresponsabilidad es la «guarreria» de ciudad que pintan los y las asistentes y que permanece durante estos días. Hay que tener un buen estómago para pasear por sus calles más bonitas. Creo que habría que proteger al toro pero mucho más la ciudad. Tanta suciedad, plástico, botellas, vómitos, pis, restos de basura y mucho más en aceras, rincones, parques, jardines, Portales…denotan la poca sensibilidad y el incivismo e incultura de cierta gente. Estamos por el cuidado del medio ambiente y todo eso es la antítesis del camino que deberíamos ir creando. Desde luego, volveré a Ciudad Rodrigo porque vale la pena, pero nunca más en el tan famoso Carnaval de esta ciudad. Desde luego por este último motivo hablando en taurino suave, le tiraría de las dos orejas a su señor alcalde. No todo vale en la vida para que algunas «personas» lo pasen bien.
    Mi reconocimiento eso si, a los «arquitectos» y trabajadores que montan la estructura de madera de la plaza Mayor. Es una maravilla, si señor… ?

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