La Comisión Europea ha cedido ante las presiones de los agricultores y ha decidido retirar el plan para recortar el uso de los pesticidas en un 50%. La presidenta de la Comisión ha reconocido que se trata de una medida que “causa polarización” y se ha comprometido a negociar con el campo europeo una nueva regulación.
Las protestas del sector agrícola europeo han llevado a la Comisión Europea a retirar su plan de recorte de productos fito y zoosanitarios en un 50% en la UE, dentro del marco de la Unión sobre plaguicidas (SUR). Ha sido la propia presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen quien lo ha anunciado este martes ante el Parlamento Europeo.
“El SUR se ha convertido en un símbolo de polarización. Ha sido rechazado por el Parlamento y tampoco hay avances en el Consejo”, ha admitido Von der Leyen. Además, se ha comprometido a negociar con el campo europeo una nueva regulación, así como “reducir la carga burocrática”, otra de las grandes reivindicaciones del sector agrícola.
La regulación sobre el uso de fertilizantes, propuesta por la Comisión en 2022, incluía una propuesta principal para reducir el uso de los plaguicidas químicos en un 50% a nivel de la UE, así como el uso de los más peligrosos en 2030. También abogaba por un sistema “respetuoso con el medio ambiente, que se centra en la prevención de plagas y da prioridad a métodos alternativos de control de plagas”, al tiempo que planteaba prohibir el uso de plaguicidas en lugares como zonas verdes, parques o jardines públicos, etc.
Oto de los aspectos que han llevado a los agricultores y ganaderos a movilizarse contra la Europa es el acuerdo UE-Mercosur, ya que, alegan, pone “en desigualdad” a los productos europeos frente a los de terceros países. Uno de los países que más ha expresado su rotundo rechazo ha sido Francia, cuyo presidente Emmanuel Macron ha pedido “menos normas y menos papeleo”, asegurando que, “somos exigentes con nuestros agricultores: ellos producen con las normas más ambiciosas del mundo”, por lo que, “los productos importados a Europa deben estar sujetos a las mismas normas”.
Ante todo ello, Von der Leyen ha insistido en sentarse a negociar con el sector agrícola, señalando que los trabajadores del campo “tienen que ser los protagonistas”. “Tenemos que analizar juntos la situación, compartir ideas y desarrollar escenarios para el futuro. Debemos ir más allá de un debate polarizado y generar confianza. La confianza es la base fundamental de las soluciones viables”, añadía.
Asimismo, la presidenta de la Comisión ha reconocido que el campo europeo “es digno” y los agricultores y ganaderos “han estado arrinconados” por parte de las instituciones. No obstante, ha insistido en que, “saben que la agricultura debe evolucionar hacia un modelo de producción más sostenible para que sus explotaciones sigan siendo rentables en los próximos años”.