Cuadros y poemas se entremezclan de la mano de Piñel y Gamoneda

El pintor salmantino pone trazos, sombras e imágenes a los poemas del lírico leonés


Dos artistas unen su imaginación para darle forma a una obra común. Los poemas de Antonio Gamoneda han inspirado los cuadros de Carlos Piñel. El resultado son cuadros repletos de luz, sobras, pesadumbre o ilusión, porque la obra de Gamoneda -Premio Cervantes en 2006- tiene la desnudez de la existencia o como él mismo la ha definido: » Es arte de la memoria en la perspectiva de la muerte».

Piñel presenta en esta exposición una obra atrevida y singular, en la que experimenta con la pintura digital. «Tienes todos los pinceles y todas las pinturas. Es más, he tardado más en pintar estas obras que si lo hubiera hecho de la manera tradicional», explica el pintor.

Gamoneda por su parte comentó que, al margen de estar o no conectado con las nuevas tecnologías, de lo que sí está muy al tanto es de la sensibilidad, comprensión y entendimiento de la pintura. «No estoy ciego con relación al arte», matizó.

El poeta leones hizo una analogía de esta manera de trabajar de Carlos Piñel con los antiguos talleres donde el maestro se ayudaba de aprendices. «Aquí intervienen las máquinas y muchachos expertos en estas artes, pero las obras son directas y originales».

Piñel confesó que había llegado a esta técnica «por sorpresa, pero utilizo el mismo gramaje y voy pintando como si lo hiciera con un pincel».

La pintura y la poesía se unen en esta exposición que se puede ver en la galería de arte Adora Calvo hasta el día 7 de febrero.

Los dos artistas confesaron que les gustaba trabajar con música, por lo que es fácilmente entendible que un poema inspire a un pintor o un cuatro evoque a un poeta. «Se crean imágenes en la mente con una música y leyendo un poema o se crean versos escuchando una sinfonía o mirando un cuadro. Todas las artes están íntimamente ligadas. El arte no es tan subjetivo como podemos pensar, porque siempre nos transmite algo», puntualizó Piñel.

Según el poeta leones los poemas no se transforman, como tampoco los cuadros, «pero al reunirlos se crea una situación nueva para ambos».

Los dos confesaron que se habían divertido y sufrido mucho con este proyecto.

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