En el Complejo Asistencial Universitario de Salamanca se ha iniciado un Programa multidisciplinar de Rehabilitación en el paciente con Enfermedad Renal Crónica estadio 5 en Hemodiálisis, liderado por los servicios de Medicina Física y Rehabilitación y Nefrología, que comenzó a pilotarse en octubre y en el que ya han participado 21 pacientes (12 de ellos han finalizado el programa con éxito y 9, continúan).
La Enfermedad Renal Crónica Terminal (ERCT) se refiere a aquella situación en que la función renal disminuye a menos de un 15%. Para reemplazar la función renal perdida, el paciente puede someterse a una de las tres opciones de Terapia Renal Sustitutiva (TRS): hemodiálisis, diálisis peritoneal o trasplante renal.
El paciente con ERCT se caracteriza por tener múltiples patologías asociadas y, de manera habitual, va a presentar una serie de características que condicionan un mayor inmovilismo y sedentarismo, llegando a una capacidad física y funcional diferente de las de otras personas sanas de su misma edad.
El ejercicio físico es muy beneficioso en múltiples campos. Está comprobado que mejora la función muscoloesquelética, la función pulmonar, la función inmune, así como generar cambios en el estado de ánimo y disminuir el estrés. Por todo ello se considera esencial realizar un programa específico para los pacientes de este tipo sometidos a diálisis para mejorar su funcionamiento físico y su calidad de vida.
El diseño de este nuevo programa de ejercicio para pacientes renales consta de cuatro fases:
1) Calentamiento
2) Entrenamiento aeróbico
3) Entrenamiento de fuerza
4) Recuperación/Enfriamiento
En cada una de ellas se han definido una serie de ejercicios que pueden realizarse durante la propia diálisis, entre los que destaca el uso de pedales (donados por ALCER con la colaboración de Neumáticos Andrés). Se ha preparado también un folleto informativo en el que se describen de manera visual los ejercicios y en el que se fijan los objetivos buscados: Mantener y/o alcanzar el mayor grado de independencia y capacidad funcional; influir en los factores de progresión, para disminuir la morbilidad; incrementar la masa corporal, mejorar el estado de ánimo; mejorar tanto la tolerancia a la hemodiálisis, como su calidad de vida en general.
Después de este primer pilotaje, con unos resultados provisionales muy favorables, lo que se buscará desde los dos servicios implicados (Nefrología y
Medicina Física y Rehabilitación) es ampliar el universo de pacientes que puedan beneficiarse de este novedoso programa.