Francisco Javier M.P., más conocido como ‘El Cabra’ era el piloto que conducía la narcolancha que embistió a la patrullera de la Guardia Civil este viernes en la localidad gaditana de Barbate, causando la muerte de dos agentes. Ahora se ha conocido que una de las motivaciones del delincuente era la venganza por su amigo Marcos, quien murió el pasado mes de enero en otra embarcación.
Kiko ‘El Cabra’, de 46 años y vecino de La Línea de la Concepción pilotaba la narcolancha que arrolló a una patrullera de la Guardia Civil, acabando con la vida de dos agentes en Barbate (Cádiz) este viernes.
Este incidente se ha producido apenas diez días después de la muerte de Marcos, uno de los mejores amigos de ‘El Cabra’ y también relacionado con las redes de tráfico de hachís. En su caso, murió en Sanlúcar de Barrameda el pasado 31 de enero en una embarcación que también embistió a la de la Guardia Civil.
Marcos, quien contaba con antecedentes por contrabando, tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal se encontraba en una narcolancha con 90 garrafas de 25 litros de gasolina en la desembocadura del río Guadalquivir. Este, junto a otros dos tripulantes, se encontraba tumbado en el suelo de la embarcación, esperando para salir a la mar a repostar combustible a alguna otra narcolancha.
Al detectarla detenida, a la espera y sin aparentemente nadie a bordo, los agentes de la Guardia Civil se acercaron a ella. Sin embargo, al percatarse de la presencia policial, los narcotraficantes arrancaron con prisa su embarcación y, al tratar de huir, chocaron contra la patrullera Río Águeda, un siniestro que se saldó con la muerte de Marcos.
“Siempre andaban juntos”, han explicado a 20minutos fuentes del caso y conocidos del narcotraficante, en referencia a Marcos y ‘El Cabra’. Además, puntualizan que, tras la muerte del primero, al segundo se le había escuchado hablar de venganza.
‘El Cabra’ empezó en las redes del narcotráfico de hachís “desde muy joven”, primero descargando fardos en la playa y después como copiloto y piloto de narcolanchas. Además, cuenta con una casa en La Línea de la Concepción y otra en El Zabal, así como un coche todoterreno 4×4. La última vez que fue detenido tuvo lugar el pasado mes de febrero, y cuenta con antecedentes por resistencia, desobediencia y blanqueo de capitales.
Tal y como aseguran fuentes de la lucha contra el narcotráfico, ‘El Cabra’ pertenece a la nueva generación dentro del narcotráfico. “Antes, las redes del Campo de Gibraltar funcionaban con pilotos expertos, ahora no. Las maneja cualquiera que sepa un poco”. “El traficante de antes tenía un respeto, unos códigos. No quería problemas con la Policía o la Guardia Civil. En la persecución del gato y el ratón, cuando el gato cogía al ratón, el ratón se resignaba, no se enfrentaba. Ahora no”, lamentan.
