Este martes, la Audiencia Provincial de Salamanca ha acogido el juicio contra M.I.B., acusado de los delitos de detención ilegal, coacciones y violencia de género por el supuesto intento de secuestro con violencia a su exnovia de 19 años y los padres de esta el 16 de febrero de 2023 en Tenebrón, y que se entregó a la Guardia Civil dos días después. La Fiscalía solicita para él 7 años de prisión y 14 con orden de alejamiento, la acusación particular 27 años de cárcel y la defensa la absolución.
Durante su declaración, M.I.B. ha negado todas las acusaciones que pesan contra él. Así pues, ha defendido que si acudió a la casa de la chica fue para cazar un zorro porque la madre de esta se lo había pedido, asegurando que no iba disfrazado e insistiendo en que él es la víctima, ya que el padre le golpeó con una pala y la joven lo encañonó con el arma.
Los hechos ocurrieron el 16 de febrero de 2023, cuando el acusado acudió a la casa de los padres de la víctima con una escopeta, amenazando tanto a la joven como a sus padres, a quienes encañonó con el arma. Tras ello, habría intentado secuestrarlos, golpeándolos y maniatándolos con bridas. Sin embargo, tras un forcejeo, el padre de la chica logró abalanzarse sobre él, pudiendo quitarle el arma. Finalmente M.I.B. habría huido del lugar, y tras dos días desaparecido se entregó a la Guardia Civil.
Según el relato del acusado, acudió a la vivienda para “cazar un zorro” porque se lo había pedido la madre de la chica, algo que ya había hecho en ocasiones anteriores. Al llegar, con una escopeta “desarmada”, tocó al timbre, entró a la casa, volvió al coche a por una linterna y, al regresar a la vivienda “el padre (de la chica) me ha dado con una pala en la rodilla” y la joven “me apunta con el arma”. “Todo esto sin mediar palabra alguna”, apunta.
En un momento de “confusión”, explica que huyó corriendo y sin tratar de recuperar el arma. “He salido corriendo como he podido”, apunta, añadiendo que el padre y el hermano de la víctima le persiguieron durante un tiempo, aunque logró perderlos. Una vez en su coche, abandonó el lugar, cruzándose con la Guardia Civil, pero no denunció porque “estaba en shock y no sabía lo que estaba haciendo”.
Tras ello, estuvo desaparecido y, según él, no se comunicó con nadie, no llevaba teléfono móvil y estuvo “caminando toda la noche, pensando”. Finalmente, indica que acudió a casa de su padre y, al decirle sus hermanos que le estaba buscando la Guardia Civil, llamó para entregarse y pedir que fueran a buscarle.
“A mí me han encañonado y punto”, ha expresado el acusado, insistiendo en que llegó a temer por su vida, y recordando que el padre le dijo cosas tales como, “te voy a cortar los huevos, te voy a matar, te vamos a tirar a un pozo y nadie te va a encontrar”. “¿Qué había hecho yo para merecerme eso si confiaba en ella?”, ha lamentado, insistiendo en que “no bebo, no fumo y no me drogo”, así como que “nunca he sido condenado” y “soy buena persona”.
Por otro lado, en cuanto a las pintadas que aparecieron unos días antes en diferentes lugares de Tenebrón con mensajes insultantes hacia la chica, como ‘guarrilla’ también ha negado ser el autor de las mismas, añadiendo que fue él mismo quien trató de borrarlas “para que ella no se sintiera mal”. Sin embargo, la joven ha asegurado que “tuvo que ser él (el autor)”.
Por su parte, tanto la joven como sus padres han mantenido su relato inicial, asegurando que el acusado, que acudió disfrazado y armado a la vivienda familiar, los amenazó, maniató y encañonó, amordazando además a la madre para que se callase. También han insistido en que M.I.B. no dejaba de repetir que “solo quería hablar”, pero al mismo tiempo los amenazaba de muerte. También han negado que le pidieran que fuera a matar al zorro.
El acusado y la víctima se conocieron el verano de 2022, cuando comenzaron a trabajar juntos. En agosto de ese mismo año, iniciaron una relación, según él “de amistad” pero con “carácter sexual”, mientras que ella asegura que se trataba de una relación de pareja. Tras varios meses, la joven decidió poner fin a la relación “a inicios de febrero” de 2023, siendo ella quien puso fin a la misma. “Le mandé un WhatsApp y le dije que me dejara en paz”, ha aclarado ella ante la jueza.
A raíz de esto, M.I.B. continuó enviando mensajes a la chica diciéndole “que quería volver”. Mientras tanto, él ha insistido en que seguía comunicándose con ella para “preocuparse por su salud”, ya que ella le había contado previamente que pensaba que podía estar embarazada. Debido a la negativa de la joven por ir al médico y hacerse pruebas, el acusado le contó al padre de la joven la situación, unos días antes del 16 de febrero de 2023.