Pese a que culturalmente, los miembros de una pareja suelen dormir juntos, cada vez es mayor el número de casos en que cada uno duerme por separado. Varios estudios han determinado tanto los beneficios del ‘divorcio del sueño’, como el aumento de esta tendencia.
Un nuevo concepto de vida en pareja se está poniendo cada vez más de moda, el conocido como ‘sleep divorce’ (divorcio del sueño). Esta tendencia, cada vez más creciente, consiste en que los miembros de una pareja duermen en camas separadas.
El hecho de dormir separados tiene su lógica, y es que tanto las rutinas como las necesidades del sueño pueden diferir en muchos de los casos. Por ejemplo, cada uno puede tener un horario diferente, puede ser más frío o caluroso, moverse más o menos durante la noche, levantarse al baño, etc.
Todo ello puede dar lugar a que el otro miembro de la pareja no descanse lo suficiente durante la noche, algo que da lugar a que experimente una falta de energía durante el día, problemas de concentración o mayor irritabilidad, entre otros. Además, un estudio de la Universidad de Nuremberg ha determinado que, cuando uno de los miembros de la pareja tiene problemas para dormir, el otro acabará desarrollándolos con el tiempo.
Ante todas estas cuestiones, no es de extrañar que cada vez sea mayor el número de parejas que optan por dormir separadas. Así pues, aunque en España no existen datos al respecto, una reciente investigación concluyó que el 35% de las parejas canadienses duermen por separado. Por su parte, tal y como desveló un estudio realizado por la Academia Estadounidense de Medicina del sueño, concluyó que más de un tercio de los estadounidenses hacían lo propio. Mientras tanto, el 38% de los ingleses también han optado por ‘divorciarse de cama’.
