Dilawar Hussain, el asesino confeso de los tres hermanos de Morata de Tajuña (Madrid), también sería el responsable de la muerte de su compañero de celda en la prisión de Estremera, donde se encuentra desde el pasado mes de enero por el crimen de los tres hermanos.
El propio Dilawar Hussain, pakistaní de 42 años, ha sido quien ha informado en la madrugada de este jueves a los funcionarios de la prisión de que había acabado con la vida de su compañero de celda. El presunto asesino lleva en la prisión de Estremera desde el pasado 24 de enero, tras confesar la autoría del asesinato de Amelia, Ángeles y Pepe Gutiérrez Ayuso, los tres hermanos de Morata de Tajuña encontrados muertos en su casa.
Una vez en prisión, el pakistaní fue trasladado al módulo 12, donde se encuentran reclusos de “perfil criminológico duro”. Pese a que durante los primeros días estuvo solo en una celda, posteriormente se le asignó un compañero, nacido en Bulgaria en 1983. No obstante, según informa El País, hasta ahora no había constancia de altercados entre ambos.
Sin embargo, alrededor de las dos y media de la madrugada de este jueves, Dilawar se ha dirigido a los funcionarios de la prisión, a través del interfono de la celda, informando de que había matado a golpes con un objeto contundente a su compañero de celda. A la llegada de los servicios médicos no han podido hacer nada por salvar la vida del recluso.
Tras el incidente, el pakistaní ha sido trasladado a aislamiento y todo hace pensar que se le aplicará el artículo 10.2 de la ley general penitenciaria, lo que daría lugar a que se le traslade de forma permanente al módulo de aislamiento de la cárcel. De esta manera, estaría en una celda individual, que solo abandonaría para salir al patio cuando no haya otros reclusos y bajo estricta vigilancia.
Dilawar Hussain Choudhary ingresó en la cárcel el pasado 24 de enero tras entregarse ante la Guardia Civil y confesar el asesinato de los tres hermanos de Morata de Tajuña, ocurrido a mediados de diciembre. Los cuerpos fueron hallados el pasado 18 de enero después de que los vecinos alertaran a las autoridades dado que hacía mucho que no los veían. Al parecer, el pakistaní acabó con sus vidas por “venganza” por un dinero que los había prestado y no le devolvieron.
