El trabajo se consigue con actitud y ganas, no solo con experiencia

Las empresas dan cada vez más importancia a las habilidades blandas en sus procesos de selección, como explican expertos que han participado en una jornada organizada por la Usal
Héctor Hernández y Guillermo Blanco, en la Facultad de Economía y Empresa de la Usal

La incorporación de los jóvenes al mundo laboral, además de suponer un importante cambio, puede conllevar dificultades para acceder a los puestos de trabajo debido a su falta de experiencia. Sin embargo, habilidades denominadas ‘blandas’ como la actitud y las ganas pueden contrarrestar la falta de otras que se adquieren con los años, y que conforman la denominada ‘parte dura’.

La Facultad de Economía y Empresa de la Usal ha acogido este viernes las VI Jornadas de Salidas Profesionales, donde se han abordado diferentes cuestiones para acercar a los estudiantes al mundo laboral, ayudándolos y ofreciéndoles consejos y pautas de cara a lograr el éxito. Con motivo de su participación en la mesa redonda ‘¿Tendré éxito en mi carrera profesional?’, Guillermo Blanco, director adjunto en Neumáticos Andrés, y Héctor Hernández, director global de administración y finanzas en Prosegur, han respondido las preguntas de La Crónica de Salamanca, dando las claves para que los jóvenes triunfen en su etapa profesional y revelando cuáles son las cualidades y habilidades más buscadas y valoradas en los procesos de selección.

A la hora de seleccionar candidatos, ambos coinciden en un aspecto fundamental: que este cuente con las capacidades que requiere el puesto en cuestión. Además, Héctor Hernández señala que, “en perfiles junior o a nivel inicial, junto con la formación que se requiera para el puesto, sobre todo, es esencial que el candidato tenga entusiasmo y ganas de entrar en el mercado laboral”.

También son “esenciales” la “predisposición y la actitud que muestra esa persona que aspira al puesto laboral, el storytelling que la da a todo cuando te está contando lo que ha hecho previamente, su propia experiencia…”, continúa Hernández. “Pero, a mí, lo que me acaba llamando la atención es la actitud que tenga en la entrevista y cómo se perciba ese acercamiento uno a uno”, insiste.

“Nosotros destacamos mucho que realmente el candidato tenga, por un lado, las habilidades sólidas, ciertas cosas que conforman la estructura de lo que el candidato tiene integrado, es decir, el conocimiento, el bagaje académico, la experiencia. Si bien, también es importante la parte blanda, compuesta por la motivación, las aptitudes, las ganas de entrar a formar parte de la empresa”, expone Guillermo Blanco. Esta parte blanda, también denominada habilidades blandas, “es más actitud, y que realmente muestre que se le tiene que seleccionar porque es un candidato adecuado y que no puedes dejar escapar”, añade.

Al final, “son esas habilidades blandas las que acaban siendo más demandadas, porque las sólidas o técnicas dependen mucho del entorno en que se va a desempeñar la actividad y también se acaban adquiriendo”, puntualiza Hernández. “Se busca que uno sepa relacionarse dentro del entorno laboral, que tenga resiliencia y pueda afrontar situaciones de presión o de demanda urgente, que tenga capacidad de trabajo y una actitud positiva en la empresa, etc.”.  

Junto a ello, Blanco añade que, en Neumáticos Andrés, “como empresa familiar, lo que buscamos a largo plazo, es alguien que pueda llegar a demostrar -aunque sea difícil en una entrevista- que va a tener un sentido de pertenencia a la empresa, al puesto de trabajo en sí… Aquellos intangibles que permiten llegar a identificar que es un trabajador que puede estar mucho tiempo, generar valor y desarrollarse en la empresa”.

Por otro lado, a la hora de alcanzar el éxito a nivel profesional, tanto Blanco como Hernández califican como “fundamentales” dos cuestiones. En primer lugar, identificar qué es lo que cada uno quiere hacer y en qué es bueno. Después, fijar un objetivo desde el principio y tener muy clara la meta.

“Para que un empleado tenga éxito en su puesto de trabajo requiere que sea capaz de desempeñar toda la parte sólida de habilidades, y que la aplique de forma coherente. Pero también deberá ser capaz de tener perseverancia, paciencia y, sobre todo, demostrar tanto a los compañeros, como al jefe y a la propia empresa, que es capaz de añadir valor. Además, deberá tener mucha humildad, trabajo, esfuerzo, dedicación, paciencia y perseverancia”, afirma Blanco.

De la misma manera, Hernández apunta que, “una persona con las metas claras, dispuesta a darlo todo desde el inicio y que se preocupa por su formación, acaba teniendo éxito. El que persevera, al final lo acaba logrando”.

Para concluir, Guillermo Blanco y Héctor Hernández han aprovechado para dar un consejo a los jóvenes. “Es muy importante la identificación de lo que uno quiere hacer. Una vez que se ha identificado qué se quiere hacer, en qué se es bueno, dónde aporta valor y dónde se siente uno cómodo, lo siguiente es buscar un lugar que te pueda facilitar todo ello. Porque si se identifica una empresa que te va a permitir desarrollarte, todo es más sencillo”, reconoce el primero.

Por su parte, Héctor Hernández apuesta por “no desperdiciar el tiempo en la universidad. Que estudien, se formen todo lo que puedan y, sobre todo, se acerquen a la empresa desde el minuto uno. Porque, al final, el campo de batalla es el que te da una experiencia de fuego real, donde realmente se van a poder aplicar los conocimientos adquiridos”.

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