El obispo emérito de San Sebastián y exobispo de Zamora durante nueve años, Juan María Uriarte, falleció este sábado, a los 90 años, “tras sufrir un ictus y luchar por su vida durante los últimos días”, según informaron fuentes del Obispado de Zamora. El funeral será el próximo lunes, a las 17.00 horas, en Begoña, adonde acudirán el obispo de Zamora y numerosos sacerdotes diocesanos.
J. D. S. / ICAL. Monseñor Uriarte fue nombrado obispo de la diócesis de Zamora en octubre de 1991 “donde fue recibido con ciertas reservas”, tras haber sido obispo auxiliar de Bilbao desde 1976.
Sin embargo, sus nueve años como pastor de la iglesia en Zamora le sirvieron para “desplegar su gran talla intelectual y su capacidad de diálogo, cualidades que le colocaron como uno de los principales prelados de la Diócesis” en su historia reciente.
“La huella dejada por don Juan María es aún palpable en la sociedad zamorana, que le recuerda con palabras de respeto, admiración y cariño. Marcó una generación en el clero zamorano, al que cuidó con esmero”, apuntaron las mismas fuentes.
“Desde la primera ordenación sacerdotal de Narciso Jesús Lorenzo y de Matías Pérez, curiosamente, celebrada el día de su cumpleaños, el 7 de junio de 1992, hasta la última de Isaac Prieto y de José Luis Miranda, ordenó a doce sacerdotes”, añadieron
Durante el episcopado de Juan María Uriarte, se produjeron “tres hitos importantes para la iglesia de Zamora y para la historia de España”, concretamente, la puesta en marcha de la iniciativa ‘Grupos vocacionales’, dirigidos a quienes tenían algún tipo de inquietud vocacional y que se tradujeron en “un importante florecimiento vocacional” en Zamora, época en la que llegó a haber 22 seminaristas mayores.
Interlocutor entre el Gobierno y ETA
Monseñor Uriarte emprendió su trabajo como interlocutor entre el Gobierno de España y la banda terrorista ETA. Fue en Zamora donde conoció, en 1996, al ministro del Interior de entonces, Jaime Mayor quien, invitado por el alcalde, Antonio Vázquez, visitó la ciudad para asistir al acto de juramento del Miércoles Santo.
En esa visita, Mayor Oreja mostró su interés por saludar al obispo diocesano y el alcalde de entonces propició el encuentro, celebrado con un desayuno la mañana del Jueves Santo. “Lo que iba a ser en un primer momento una mera cortesía, se convirtió en una jornada intensa de diálogo y de reflexión sobre un asunto crucial en la vida de España: el terrorismo etarra”, anotaron las mismas fuentes.
“Años más tarde, Juan María Uriarte fue elegido por el Gobierno presidido por José María Aznar como mediador con la banda terrorista, postura que no siempre fue bien entendida por una parte de la sociedad”, agregaron.
El obispo de Zamora, Fernando Valera, pidió este sábado a la comunidad cristiana que “eleve una oración” por el descanso eterno de Juan María Uriarte. “Transmitimos nuestro pésame y nuestro cariño a sus familiares, amigos y, muy especialmente, a las diócesis de Bilbao y de San Sebastián. Nos unimos en la oración y en la esperanza en Cristo vencedor de la muerte”, indicó.
Juan María Uriarte nació en la localidad vizcaína de Fruniz el 7 de junio de 1933 y fue ordenado sacerdote el 28 de julio de 1957. Se licenció en Teología por la Universidad Pontificia de Comillas y en Psicología, por la Universidad de Lovaina (Bélgica). Fue formador en el Seminario Menor de Bilbao y director espiritual del Seminario Mayor de Bilbao (1963-70).
Fue nombrado obispo auxiliar de Bilbao el 17 de septiembre de 1976 y consagrado obispo el 11 de octubre de ese mismo año. Se hizo cargo de la diócesis de Zamora el 17 de octubre de 1991.
Fue miembro de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis (1978- 1981), de la Comisión Episcopal de Universidades (1978- 1990), de la Comisión Episcopal del Clero (1990-1993) y la presidió desde 1993 y hasta 1999 Asimismo, fue integrante del Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española (1999- 2002).
Participó en la II Asamblea Especial para Europa del Sínodo de Obispos, celebrado del 26 de septiembre al 17 de octubre de 1999 en el Vaticano, como miembro elegido por la Conferencia Episcopal.
Nombrado Obispo de San Sebastián el 13 de enero de 2000, tomó posesión el 27 de febrero de ese mismo año y estuvo al frente de esa diócesis hasta 2010.
