Opinión

En buena compañía

(Foto: Pixabay)

Ser felices está en nuestras manos. Estar en buena compañía ayuda un montón. Hace ganemos apoyo, hagamos por ser generosos y nos sintamos afortunados. Gratifica escuchar palabras dichas en buen tono, sean proclamadas claras las ideas y se resalte lo hermoso de compartir los afectos. La buena compañía es un manantial de sosiego con latidos de corazón que alientan la amistad. Hondura de sensaciones en encuentros que infunden franqueza y lealtad.

Estando en buena compañía no cabe nos miren mal, recibamos contestación inconveniente o nos decepcionen porque tratan de imponerse. Predispone a ser acogedores, sonreír y no desconfiar; manera que hace fácil dedicar el tiempo a buscar soluciones en vez de lamentarse, contribuir al bienestar general y ser benévolos incluso con quienes lo desmerecen. Lo verdadero está en lo que agrada, por sencillo, sincero y claro, que es como el alcanzar una cima a la que se llega sin presunción, fatiga y apuro.

Nuestra existencia no depende del azar, lo que cuenta sobre todo para que la vida sea fructífera y confortable es nuestra disposición y actitud. No lo condiciona haya derroche de medios, que las cosechas desborden los graneros ni perseguir tenazmente la riqueza, basta asome el sol por el horizonte, haya una suave brisa matinal, contemplar el reflejo del cielo en el agua y estar en buena compañía.

Nada de llorar por lo que no poseemos, sino apreciar lo que tenemos al alcance de la mano, lo inmaterial que colma un enamoramiento, la ternura de un niño, lo que viene mejorando lo anterior. Un pequeño impulso y todo se mueve hacia adelante. Se es más fuerte andando confiado, no siendo arrogante, teniendo quien te cure las heridas, estando en buena compañía. Para mí, por ejemplo, estar en buena compañía es estar con el doctor Manuel Ángel Marcos Fernández, que además de buen oftalmólogo es buena persona.

Licenciado en Geografía e Historia, exfuncionario de Correos y escritor

2 comentarios en «En buena compañía»

  1. Pensar en positivo Manolo es oxígeno en nuestro vivir diario , si te encuentras a un conocido y te cuenta solo penas, al día siguiente que le ves lo mismo
    En la próxima ocasión que lo divises te cambias de acera.

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