La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (Csif) advirtió este domingo que el mayor número de bajas laborales de la Junta de Castilla y León está en el personal de los centros de mayores asistidos por la escasez de las plantillas, lo que genera una sobrecarga de las trabajadoras, tal y como ocurre en la Residencia Asistida de Valladolid (Rasva) y la de Parquesol, denunciada en repetidas ocasiones. Un colectivo que, a su juicio, está abandonado, y sufre, incluso, un elevado riesgo para la salud física y mental de sus empleadas.
Ical.- Un comunicado del sindicato apuntó que la administración autonómica asegura estar cumpliendo con las ratios establecidas de residentes pero trabajadora pero precisó que la “auténtica verdad” es que no se sustituyen los permisos, días de descanso, vacaciones y bajas laborales con otras empleadas. “Ha llegado a pasar más de un mes de ausencia por enfermedad, antes de hacerse una sustitución. Así es imposible dar una atención de calidad a los residentes”, alertó.
También, mencionó que las solicitudes de permiso han sido denegadas por necesidades de servicio, es decir, por carencia de trabajadoras. “Se ha llegado a denegar el día de la comunión de un hijo, pedido con meses de antelación. Asimismo, se han denegado en alguna ocasión permisos para asistir a exámenes de oposición. Y muchas veces, el permiso se deniega tras haber sido concedido anteriormente”, expuso. De esta manera, prosiguió, las plantillas se reducen a mínimos, de tal manera que no hay posibilidad de coger un sábado o un domingo. Además, los cambios de turno por la escasez de personal están a la orden del día, por lo que es “imposible” planear la vida familiar y social.
Csif explicó que la movilización de mayores asistidos es imprescindible y requiere de la actuación de dos personas. Sin embargo, señaló que esa tarea se lleva a cabo por una sola trabajadora. “Si esto se repite con varios residentes a lo largo de la jornada, cada dos o tres horas, día tras día, incluso semanas enteras por la falta de contrataciones, no es de extrañar que se generen bajas laborales, en su mayoría por patologías musculoesqueléticas. Y como no se cubren por otras trabajadoras, lo que ocurre es que aún se producen más”, aseveró.
En el caso de los puestos de coordinadora, hay plazas vacantes, por lo que la coordinación del trabajo no es lo eficaz que debiera. Csif añadió que este tipo de responsabilidades no las quiere nadie y muchas coordinadoras han dimitido.
Por último, el sindicato subrayó que el programa ‘Mi Casa’ se puso en marcha en la Residencia Asistida de Valladolid, concretamente destinado a los residentes de la primera y segunda planta. Precisó que las obras de adaptación de la primera planta ya se han realizado y están pendiente en el segundo piso.
Los residentes de la tercera y cuarta planta no entran en ese programa, puesto que esto implicaría aumentar personal. “Existe un trato discriminatorio entre los residentes, si estás o no en ese programa, así como una distribución asimétrica de la carga de trabajo entre el personal”, lamentó.