Los hombres fueron 2,2 años más mayores que las mujeres en los casamientos registrados en 2022 en la provincia de Salamanca. Este promedio ha sido calculado por la página de citas SugarDaters tras analizar los microdatos del registro de matrimonios de 2022, recogidos por el INE. Además, la edad media de los salmantinos para casarse es de 39,3 años, mientras que ellas lo hacen a los 37,1 años de media.
Esta tendencia es coincidente en todos los territorios analizados, ya que en todos ellos los hombres registran unas edades promedio superiores a las de las mujeres a la hora de contraer matrimonio. El 63% de los casamientos analizados en la provincia de Salamanca estuvo formado por un hombre más mayor que una mujer. En el 25,3% de los casos fue a la inversa: la mujer era mayor que el hombre. Por su parte, solamente en el 11,7% de los nuevos matrimonios hombre y mujer tenían edades coincidentes.
Alexandra Olariu, directora de marketing de SugarDaters, ha explicado que, “los hombres tienden a casarse con mujeres ligeramente más jóvenes por diversas razones. Una de ellas es la asociación natural que podrían realizar entre juventud y fertilidad. Su propio instinto conduce a los hombres a sentirse atraídos por mujeres más jóvenes que ellos. Por otro lado, algunos hombres sienten que necesitan alcanzar ciertos hitos profesionales antes de comprometerse en un matrimonio. Esto podría explicar por qué algunos buscan parejas más jóvenes, ya que ellas podrían estar en etapas diferentes de sus vidas”.
“En el caso de las mujeres, es posible que el instinto natural tenga también una gran influencia. Es posible que prefieran un lugar seguro y estable para dar a luz, rasgos que podrían encontrar en una persona mayor que ellas y por tanto con más experiencia. El estereotipo de hombre protector y proveedor podría estar, en realidad, insertado en el instinto de hombres y mujeres de forma natural”, añade Olariu.
“Además, estas cuestiones instintivas han marcado una tendencia que ha trascendido lo natural para obtener un arraigo en lo social y lo cultural. Hay mucha gente que hoy en día todavía piensa que, en una pareja, el hombre tiene que ser necesariamente mayor que la mujer, alegando que siempre ha sido así”, continúa la experta.
Matiza que, “efectivamente estamos hablando de generalizaciones demostrables a través de la estadística”. “Sin embargo, cada relación es única y se basa en la conexión y compatibilidad entre los individuos involucrados. La edad no debería ser el único factor determinante en la elección de pareja, ya que la verdadera base de una relación sólida radica en la comprensión mutua, el respeto y el amor compartido”, concluye.
Al comparar los datos por territorios, se puede comprobar que Ceuta y Melilla tienen una realidad sociocultural ligeramente distinta y eso se ve reflejado claramente en la estadística. Son los territorios con una mayor diferencia entre la edad promedio del hombre y la de la mujer a la hora de contraer matrimonio y los únicos en los que esta diferencia es mayor de 4 años, siendo el hombre el de más edad.
Son, además, los territorios con las edades de casamiento más jóvenes de España, tanto en hombres (36,4 años en Ceuta y 36,8 en Melilla) como en mujeres (32,3 y 32,2 años respectivamente). Por último, son los lugares con más casamientos en los que el hombre es mayor que la mujer (73,6% en Ceuta y 77,6% en Melilla). También son los que registran menos matrimonios en los que ambos cónyuges tienen la misma edad (4,7% y 6,6%). Melilla es, además, el territorio con menos casamientos en los que la mujer es mayor que el hombre (15,8%).
Por el contrario, los casamientos registrados en las Islas Canarias reflejan los promedios de edad más elevados y son los territorios donde más se retrasan las nupcias. Los hombres de Las Palmas se casan de media a los 42,8 años, mientras que en Santa Cruz de Tenerife esta cifra es de 42,5 años. En el caso de las mujeres, estas cifras son de 39,4 y 39,3 años respectivamente.
Por último, los casamientos en los que la mujer es mayor que el hombre se dieron con mayor frecuencia en Álava y Salamanca, con el 25,3% de las uniones.