Este lunes, la Guardia Civil detenía en su domicilio a un cura de Don Benito (Badajoz) y a su pareja sentimental por su presunta implicación en una trama de venta de drogas. Así pues, durante el registro de la vivienda, los agentes hallaron más de dos kilos de una droga conocida como mefedrona, entre otras pertenencias y sustancias.
Esta droga lleva prohibida en la UE desde el año 2010 y también es denominada como ‘mefe’, ‘miau’ o ‘sales de baño’. Se trata de una droga recreativa de diseño, cuyos efectos son similares a los de la metanfetamina, el éxtasis o la cocaína, y se puede encontrar en el mercado ilegal en polvo, cristales o cápsulas, para consumirse de forma oral, esnifada, intravenosa o intrarrectal.
Entre los efectos que causa la mefedrona, y cuya duración depende de la forma en que se consuma -cuatro horas si es de forma oral o una hora si es esnifada-, se encuentran la sensación de euforia, la mejora de la sociabilidad y de la apreciación de la música o la excitación sexual, así como la aparición de alucinaciones y sintomatología psicótica.
Además, tal y como se expone en el Plan Nacional sobre Drogas de Sanidad, al consumir esta sustancia, aparece una “sensación de ‘subida’ y ‘bajada’ más suave que la producida por el MDMA y menor o ninguna resaca al día siguiente”. Otros de los efectos son la dilatación pupilar, la agitación, el aumento de la frecuencia cardíaca y la hipertensión. En algunos casos, se ha llegado a producir vasoconstricción periférica severa, tensión mandibular, arritmias, ictus y convulsiones.
La llegada de esta sustancia estupefaciente a Europa tuvo lugar en 2007, aunque su ‘explosión’ se produjo en 2010, siendo en un primer momento (hasta diciembre de 2010) una sustancia legal y con facilidad para adquirirla por internet. Además, el uso de esta droga está ampliamente relacionado con el ‘chemsex’ o “uso intencionado de drogas para tener relaciones sexuales por un período largo de tiempo”.
