“El ser humano está programado para aprender toda la vida”

La poeta Mónica Velasco leerá el poema en el acto el Poeta ante la Cruz este 17 de marzo. Esa fue la excusa. Lo cierto es que, con lo Sagrado flotando durante toda la conversación, se colaron en la charla las redes sociales, el egocentrismo, lo inmediato,… quizá porque todo esto son los ‘dioses de barro’ de esta sociedad.

Usted ha contado que considera la poesía como la pintura hablada. ¿Cómo va a interactuar con la imagen del Cristo de la Agonía Redentora?
El hecho de tener la imagen delante; de ser una imagen tan desnuda, tan cruda,… en un principio me asustó. Quizá porque el género de poesía que toco, tiene mucho de espiritual, pero no tanto de religioso.

Explíquenos.
Veo a Dios… cuando estoy en plena naturaleza. Veo la revelación del milagro que es muchas veces la existencia o el vínculo que tenemos todos los seres creados entre la planta, el animal, nosotros,… no hay mucha distancias. Me parece que es un milagro la existencia. Quizá tenga una visión panteísta de la naturaleza, porque veo a ese Dios que está latente en el día a día. Enfrentarme a una imagen, el Cristo de la Agonía, tan desvalida,… en un principio, me asustó. No sabía si sería capaz de componer todo un poemario, de 21 poemas que le dedico.

Lo ha conseguido.
Sí. Poco a poco me fui adentrando y muchos de estos poemas son diálogo y son oración. Al final, no es muy distinto este poemario de otros en los que aparece lo Sagrado. El poema número 10 es el que le dedico al Cristo. Este es más descriptivo. Pero, también tengo el vuelo de lo Sagrado. Al final, salgo de la imagen, sé que es el de la Agonía, pero son todos los Cristos, es la imagen de Dios humanizada.

No es la primera vez que se inspira en obras de arte para escribir poemas, ya lo hizo en su libro Trazos inspirados en la pintura de Anglada-Calamarsa. ¿Cómo ha sido el encuentro con la imagen para escribir el poemario?
Me he dedicado a la contemplación de la imagen.

¿Fue un tú a tú?
Sí, porque es la manera que tengo de entender lo Sagrado, de una manera cercana. Así me lo inculcó mi madre, que también es muy espiritual. Desde pequeños nos ha hablado de esa relación con Dios como un Dios amor. Le digo a mis hijos que la relación que quiero que tengamos con Dios, es que es uno más de la familia. Si yo quiero proteger a mis hijos, ¡Cómo no vamos a invocar la ayuda del Padre!

¿Cómo ha sido esa conversación?
Muy íntima.

¿Fue sola?
Sí, pero no escribí en ese momento. Lo he hecho en casa. Tengo que agradecer a Elena Díaz Santana que me regaló una imagen preciosa, que creo le inspiró a ella, y la tengo en mi cabecera. Ha estado casi un año ahí. Ya no va a desaparecer de ese lugar, porque desde que supe que iba a ser el Poeta ante la Cruz de este 2024, he tenido la imagen ahí.

La ha mirado en muchas ocasiones.
Sí. He escrito en casa, sola, y ha sido una relación de intimidad, de soledad. No he pensado en el momento de compartir este poemario con nadie que me escuchase. En algún poema sí sale algo así como… ‘Hablarte a ti, como si nadie escucha’. Ahí he sido consciente de que me iban a escuchar, pero no me podía cohibir eso para el diálogo con la imagen y con lo Sagrado. Entonces, he intentado que estemos los dos solos y ser honesta también.

El día 17 en la Catedral no estarán solos.
No importa. (Risas) Me da vergüenza esa situación. Voy a intentar abstraerme. Además, estará el Coro Francisco Salinas. Espero que este diálogo íntimo lo vivan también quiénes nos acompañan. No soy yo quién habla. Espero que sea una oración para todos.

Ha vivido en Mallorca. ¿Le ha influido la luz del Mediterráneo o el estar ‘atrapada’ en la isla en su poesía?
Seguro que sí. Pero, no tuve la sensación de estar atrapada, porque había muchos rincones por descubrir. Ahora, viéndolo con la distancia, al estar en tierra castellana, que desde mi punto de vista, es más mística al tener un paisaje más desnudo, incluso más alto el cielo, me parece que tenemos encima la bóveda del Cielo de Salamanca. La luz es muy distinta. Cuando he venido a Salamanca, me he inspirado más en una poesía más desnuda de lo que lo hacía en Mallorca.

¿En serio?
Sí, porque Mallorca es muy exuberante y el paisaje es muy rico. A veces te atrapa. Es muy descriptivo. Es una selva marítima. En cambio aquí,… Recuero los viajes que hacía en coche a Peñaranda, me impactaba mucho el cielo y el campo. Los contrastes de colores. Me parecía un lugar magnífico para escribir una poesía más desnuda y más espiritual.

Es que es un paisaje desnudo.
Sí. Creo que por eso ha dado esos poetas místicos tan maravillosos.

Puede ser.
¡Verdad!

Proponemos a Mónica Velasco hacer las preguntas utilizando versos de sus poemas y acepta.

De su libro: De la escritura. ‘Soy el lobo al acecho de la verdad’ ¿Quién es o son en la actualidad las Caperucitas?
(Silencio) En ese poema hablo de la dificultad de encontrarse ante un papel en blanco. Ese lobo no se refiere tanto el cuento de Caperucita, más bien yo me convierto en el lobo que persigue una palabra. Cuando te encuentras con el papel en blanco y tienes necesidad de escribir, de encontrar,.. Habla de esa dificultad…

O angustia.
A veces sí, porque crees que tienes algo que decir, pero necesitas encontrar el camino.

En el poemario que le dedica al Cristo de la Agonía. ¿Ha tenido esos momentos?
Sí, porque nombrar lo Sagrado es un imposible. Igual que nombrar el amor. Cuando hablamos de amor no hay palabras suficientes. Hablar de lo Sagrado, de lo íntimo, del alma o de Dios que es tanto, que es todo… ¿Qué palabra encuentras? Los místicos encontraron el lenguaje del amor a lo divino, pero desde lo humano volcado a lo divino. ¿Cómo hacemos? No hay palabras suficientes.

Los judíos ni siquiera lo nombran.
Claro. A través de figuras retóricas intentas, tanteas y encontramos algo que a veces se ajusta un poquito a lo que pudiéramos decir.

Volvamos a otro de sus poemarios: De Grafemas. ‘Sonar el trazo desligado de la letra, dejar la sola palabra al azar’ ¿Cuánta importancia le estamos dando a un tuit, a un comentario en una red social?
Muchas.

¿Cuánta importancia le damos a lo Sagrado ahora? Esto que no es tan inmediato, que requiere de sosiego.
Creo que desde sus inicios el hombre ha tenido el hecho de lo Sagrado muy ligado a su existencia.

¿Por qué cree que se vive a golpe de tuit?
Me preocupa por un lado, pero tampoco le dedico excesivo tiempo, porque las redes sociales tienen mucho de ego. Vivimos en una sociedad muy egocéntrica, egoísta,…

Tienen la misma raíz.
Efectivamente. Prima lo inmediato, lo rápido,.. Pero, yo persigo la necesidad de ir más despacio. Creo que con las redes sociales hay que tener una relación muy responsable. Quizá las nuevas generaciones no están preparadas para todo lo que ofrecen las redes sociales y tenemos que ir con cautela, porque nos preocupa mucho el ‘like’. La rapidez no casa con la contemplación, ni con la reflexión.

¿Cree que son las nuevas generaciones –nativas digitales- las que no están preparadas o somos los analógicos los que no estamos preparados?
No. Creo que las nuevas generaciones han nacido con el móvil bajo el brazo, pero las maneja como niños.

Son niños.
Sí. Pero, si a un adulto le cuesta tener una relación responsable y no pasarse las horas en una red social,… Son muy entretenidas, absorben. Están programadas para tenerte conectado muchas horas. Si un adulto no tiene la capacidad suficiente como para desvincularse,… un niño menos. Creemos que son nativos y que manejan muy bien las redes, pero no. Para eso, estamos los padres, las familias, los educadores,.. para evitar que vayan tan rápido y tengan una relación absorbente.

Seguimos con sus libros: Dejad que esta sed venga conmigo. ‘Porque es un don la vida, pienso dejarme la piel en cada abrazo’ ¿Por qué cuesta tanto mostrar los sentimientos?
¡Ay! No lo sé. Quizá por lo que decíamos de una sociedad tan egoísta y se puede pensar que si mostramos los sentimientos somos vulnerables o débiles.

Pues esta sociedad se está perdiendo la sal de la vida.
(Risas) Esto va con ir más despacio. ¡Cómo te vas a parar en una conversación! Si la red social te permite hablar con el que tienes en frente.

¿A qué se refiere?
A veces vemos a un grupo de cuatro personas, dos de ellas están hablando por Whatsapp, quizá entre ellas, y las otras dos están calladas. Es muy triste, como cuando ves a una pareja tomando un café, ambos con el móvil, y sin hablar entre ellos. Las redes sociales también han traído estos.

Se están perdiendo el 93% de la información, porque solo el 7 por ciento es la palabra escrita, el resto lo comunicamos con gestos y tonos de voz…
Y trabajamos mucho con emoticonos, en lugar de acercar la mano. (Sonrisa)

En su poemario, Yo quiero salir a esa noche escribió este verso: ‘Tal vez sienta que el pecho conoce ya lo suficiente y prenda en él, tan solo, más paz’ ¿Qué ocurre cuando dejamos de aprender?
Toda la vida estamos aprendiendo. Es difícil que el ser humano deje de aprender. Tiene que estar muy aislado, incluso ahí se aprende, porque lo haces de ti mismo. Te permite la reflexión, la meditación,… El ser humano está programado para aprender toda la vida.

Por último: La lágrima del corzo. ‘¡Amémonos como lo pide la vida! ¡Amémonos como lo pide el mundo!’ ¿Con cuál se queda Mónica?
Como lo pide la vida, porque somos seres sintientes.