Javier Solana, entonces ministro de Cultura, me comunicó en junio de 1985 que su departamento había adquirido el solar entre la Casa de Lis y el archivo de la Guerra Civil para destinarlo a ampliación del Archivo Nacional.
El solar afeaba la zona y creo que fue una compra apropiada, ya que San Ambrosio se había quedado pequeño. Las obras de la ampliación del Archivo Nacional comenzaron a la vez que las del Archivo Provincial, en 1986. Los archivos Histórico Municipal y Diocesano se abrieron al público con la llegada a Salamanca de los Príncipes de Gales.
El Archivo Histórico Municipal contiene documentos del siglo XVII en adelante. La documentación de los siglos XII, XIII, XIV, XV y XVI es escasa, se perdió en un incendio ocurrido en 1622, que destruyó gran parte de los fondos guardados en él hasta ese año.
El documento más antiguo data de 1292, el Fuero de Salamanca, que se encuentra bajo llave en una especie de sagrario en el salón de recepciones del ayuntamiento, en la plaza Mayor. También cabe destacar entre las joyas del Archivo del Consistorio el Libro Becerro de 1721.