Llevan un año esperando este momento. Justo el tiempo que han tardado en cuadrar la impresionante agenda laboral del tenor madrileño. Pero, las primeras intentonas de investirlo Honoris Causa comenzaron hace ocho o diez años de la mano del embajador Antonio Oyarzábal.
Para la Universidad de Salamanca, en palabras del Rector Daniel Hernández Ruipérez, hoy es un día de «júbilo, porque incorporamos a nuestro cuerpo de doctores a nuestro claustro de Doctores, nada menos que a Plácido Domingo, no sólo uno de los más grandes teneros, sino de las mayores figuras operísticas de la historia y también de nuestro país».
Plácido Domingo se mostró emocionado, no sólo a su llegada a la Universidad, también durante el acto de investidura como nuevo miembro del claustro. «Es una de las universidades más importantes de Europa, junto con Bolonia y Oxford. Estoy feliz, orgulloso, emocionado y satisfecho de haber hecho lo que he podido hacer para así, encontrarme aquí recibiendo esta honorificación que será una de las que lleve con gran cariño dentro de mi corazón y espero poder regresar en alguna ocasión, donde haya alguna graduación o evento al cual para poder volver y vestirme después de haber tenido el Doctorado. Será muy emocionante».
El padrino de Plácido Domingo ha sido José Máximo Leza agradeció la entrega y generosidad del tenor. «No sólo por la música, sino porque es un gran embajador de nuestro arte y un entusiasta de la docencia, entendida como transmisión de lo que él ha hecho durante tantos años, como es realizar con mucho entusiasmo una carrera profesional que es inspiración para muchos, no sólo para los músicos, sino musicólogos de España y del mundo».
Precisamente, Plácido Domingo abogó por enseñar más música en los colegios, «de manera divertida y entretenida para los niños. Así crearemos músicos o sencillamente un público. Les vamos a dar una educación, y los que se queden indiferentes serán muy pocos. Hay que empezar desde pequeños y crearíamos ese público que es muy necesario para que este arte, que lleva más de 400 años viviendo, siga con más fuerza y público entusiasta».
Sobre el incremento del IVA en los espectáculos culturales, el tenor lo tiene muy claro. «Creo que hay que tener cuidado, porque hubo un momento en el que el teatro bajó de público, no podía ir a los espectáculos. El IVA tiene su porqué pero no se puede exagerar porque al espectáculo se le hace daño. Creo que se está mejorando, espero que así sea, porque no podemos dejar los espectáculos teatrales, operísticos, concierto, ballet,… no podemos alejar al público».
Desde Salamanca se marchaba a Alemania, de allí a Estambul, más tarde a Berlín para empezar los ensayos de una gran ópera. Después, al Metropolitan a cantar el Ernani de Verdi, a continuación en el Liceo, en Barcelona, en el Teatro Real, de Madrid. Seguido Viena y Londres. «Mi vida es no para y espero que sea así por mucho tiempo, hasta el último día que pueda cantar o dirigir».
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