La expresidenta de Baleares y actual presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, ha descartado dimitir, defendiéndose de las acusaciones por un contrato adjudicado por el Gobierno balear que ella presidía a la empresa de la trama del ‘caso Koldo’. Además, ha insistido en que fueron víctimas de la trama corrupta, pero no colaboradores o cómplices.
Francina Armengol ha defendido este martes su honorabilidad y la del gobierno que presidía en Baleares hasta el pasado mes de junio, negando presiones para contratar con la trama del ‘caso Koldo’. El Servicio de Salud balear firmó en 2020 un contrato con Soluciones de Gestión -la empresa de la trama- para que llegasen 1.480.600 mascarillas FFP2 o, en su defecto, KN-95. Sin embargo, ninguna mascarilla del lote era FFP2. Finalmente, en marzo de 2023 el Govern aún presidido por Armengol inició los trámites para reclamar el sobrecoste a la empresa, cifrado en 2,6 millones de euros.
Ante esta polémica, desde el PP llevan días insistiendo en que la actual presidenta del Congreso debe dimitir. “La responsabilidad está en manos del actual gobierno del PP, que tiene que explicar qué ha pasado con el expediente. Y en el sumario quien aparece es quien aparece. Ni yo ni nadie de mi gobierno aparece en el sumario ni está siendo investigado. Le pido al PP responsabilidad y que esté a la altura de las circunstancias”, ha asegurado Armengol.
Respecto a la adjudicación del contrato, la expresidenta balear ha explicado que, “nos llegaban nombres de empresas de diferentes sitios. Se enviaban todos los nombres al Servicio de Salud, que se ponía en contacto con las empresas. Ni a mí ni a mi gobierno nadie nos presionó ni nos dio ninguna orden para que no reclamáramos el dinero”. Además, ha insistido en que, “jamás he dado una instrucción a nadie para que contraten a una empresa o a otra. Porque yo no soy de esas”.
Por otro lado, en lo relativo al tiempo que pasó entre que se comprobó que el material era defectuoso y la reclamación, iniciada en marzo de 2023 y formalizada en julio de ese mismo año, Armengol ha lamentado que, “la administración es más lenta de lo que yo quisiera, infinitamente”. “Esa reclamación se hace antes de las elecciones autonómicas del 28 de mayo, se hace en tiempo y forma. La administración tiene sus tiempos. Es válido hacerlo al principio del plazo o al final. Se formaliza la reclamación en julio. Esa es la realidad, eso es lo que hizo mi gobierno”, ha apuntado.
Finalmente, la presidenta del Congreso ha descartado su dimisión, criticando duramente al PP, al que ha acusado de haber “roto todas las líneas rojas”. “No dejaré que mancillen mi nombre ni la gestión de mi gobierno con la sombra de la corrupción. Es sorprendente que quien me pide la dimisión es quien sale en el sumario”, recalcaba, zanjando que, “mi gobierno sería, en cualquier caso, víctima. Jamás colaborador o cómplice”.