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Guillermina, la ‘tonadillera’ salmantina

8M. Día de la Mujer Trabajadora. Guillermina García recuerda su paso por los escenarios, una vida dedicada a la canción española
Guillermina García, cantante de copla de Salamanca.

Guillermina García Martín es coplista desde pequeña, no sale en las primeras búsquedas de Internet, pero ´La Guillermina´ es toda una eminencia en la comarca de Peñaranda de Bracamonte, y sus orígenes se encuentran en Villar de Gallimazo. “Es lo más bonito del mundo, para mí”.

Por. Lucía Almaraz Hernández

Guillermina Martín tuvo éxito desde que empezó a cantar de manera profesional a los 32 años hasta el 2004, cuando, por salud, tuvo que parar. “Mi historia quizá sea distinta a la de muchos cantantes, porque lo mío fue casual… Desde que nací, mi familia, tanto por parte de mi madre, como la parte de mi padre, siempre han sido muy cantaores… Y a mí me ha gustado el flamenco desde pequeña”, cuenta la artista.

A lo que añade que “empecé a ir a las peñas con mi novio y a raíz de ahí, un día por casualidad, fuimos a un restaurante a cenar y estaba trabajando allí un amigo de él, que era cantante y estaba con la orquesta. Me invitó a salir a cantar. Después de eso, el director de la sala me dijo: ´Guillermina, tú quisieras venir aquí a trabajar alguna vez´”.

¿Qué le ha dado la copla?
Conocer a mucha gente… Estuve trabajando con María del Monte, no de tú a tú, pero estuvimos en un festival muy grande las dos, también estaba El Fary, María Jiménez… Con Rafael Farina sí he trabajado… A mucha gente de la copla he conocido.

¿Pudo ir a muchos sitios?
España me la conozco entera, he estado desde el norte hasta el sur. El único sitio en el que me queda estar es en Sevilla y Cádiz.

Guillermina García, cantante de copla salmantina.

Su disco, ¿son canciones propias?
Sí, hice canciones propias.

En alguna ocasión, ha mencionado que ´Como las alas al viento´ de Rocío Jurado es su canción favorita…
Sí, fue con la canción que me presenté en TeleMadrid, estuve en Antena 3 también, en Telecinco… Y en todas siempre iba cantando esa canción. Una vez, fui a Telecinco y estaba María Teresa Campos, yo iba a cantar esta canción y resulta que a María Teresa Campos le gustaba mucho Rocío Jurado, pero parece ser que esa no le gustaba que fuera yo a cantarla, así que cante a Carmen Amaya. La he cantado en muchos sitios, me trae muy buenos recuerdos, lo que he vivido se podría decir que ha sido todo bueno para mí. No he encontrado en ningún sitio malos gestos, ni malas palabras, todo ha sido muy agradable, porque yo, dentro de mis posibilidades, he tratado de dar todo de mí en el caso de la canción.

Guillermina, ¿tenía algún ritual antes de salir a escena?
Yo tengo en mi maleta todos mis vestidos y ahí metía un neceser con una fotografía de mi padre y otra de mis dos hijos y siempre que salía me encomendaba a él y le decía: ´Ayúdame papá que estoy muy nerviosa´ y siempre salía con el pie derecho, porque me daba sensación de seguridad…

¿Da miedo el escenario?
Al principio, un poquito. Es el nervio de todos los artistas. El que diga que no tiene nervios, miente. Todos los artistas cuando nos ponemos delante de un público, salimos a dar lo mejor, no sabes cómo te puede fallar la garganta en un momento o te puede salir un gallo, a mí, gracias a Dios, quitando que ahora no puedo cantar por mi situación, nunca he tenido problemas. Al contrario, siempre me han recibido con cariño, me han despedido con cariño y he vuelto a las salas donde estaba trabajando muy contenta.

¿Cuál cree fue el momento cumbre de su carrera?
Aparte de cuando he estado en televisión que me sentí alguien importante, porque siempre he dicho que todo el mundo tiene que ir con humildad a los sitios. Donde me sentí una gran artista fue aquí en Peñaranda de Bracamonte, había un sonido maravilloso, hice canciones mías, también llevaba vestuario nuevo… Me sentí muy bien, tuve que salir del escenario cantando, porque la gente no me dejaba ir (risas) Una anécdota que vino después, fue al día siguiente, cuando fui al Oso y el Madroño, me dice Santi, uno de ellos: ´jolín Guillermina, me han dicho que ayer formaste una revolución aquí en la plaza de Peñaranda´. Le contesté que yo no hice más que cantar, así que aquel fue uno de los sitios donde yo me sentí como si alguien dijera que ahí teníamos una buena artista del Villar.

¿Y compartió escenario con algún coplista de la zona?
Sí, he trabajado con Nino Sánchez.

¿Tuvo que sacrificar algo para poder dedicarse a las tablas?
Realmente no, porque como quién me ayudaba e iba conmigo era mi marido y él siempre me ha apoyado en todo, aunque al principio cuando éramos novios, podría haber empezado antes, pero no le gustaba mucho que anduviera por ahí cantando (risas), luego ya vio que nos acogían con cariño, y a la hora de la verdad era muy reconfortante y ganar dinero con ello está muy bien, porque no siempre es fácil.

¿Qué recuerdos tiene de su retirada de los escenarios?
Triste, porque no fue porque yo quisiera dejarlo, me dio un ictus y me ha dejado paralizada la parte izquierda de las cuerdas vocales, además de la mano y la pierna, que estoy un poquito cojilla… Pero, el dejar de estar en los escenarios para mí no fue un suplicio en el sentido de decir: ‘¡Qué pena que ya no puedo porque ya no me llaman o tal!´, sino porque mi situación física no me lo permitía… Ahora quiero cantar y lo hago en la Iglesia.

¿Lo echa de menos?
Si, porque cuando escucho las canciones que yo cantaba e intento seguirme, no soy capaz, porque no me sale la voz.

¿Tiene sucesores?
Mi segundo hijo, Chema, es pianista. Estuvo conmigo mucho tiempo, él me acompañaba, hice copla unos 15 años, más o menos, pero después él se venía conmigo, le gustaba mucho el mundo de la música, le hicieron una canción que se llamaba ´El salpicaito´ y todo el mundo le llamaba así, cuando la Pantoja sacaba a su niño, por ejemplo, y decía ´aquí está mi niño´ tal y cuál. Cuando mi niño tenía 11 años le subí al escenario y estuvo cantando esa canción conmigo ´El salpicaito’. Estudió música y estuvo conmigo hasta los 19 años, empezó con su grupo haciendo sus historias.

Ósea que de alguna forma se ha seguido con su legado…
Sí. Y me parece a mí, que tengo una nietecita, al cabo ya de mis años, que le gusta mucho cantar, tiene mucho oído y lleva muy bien los pasos.

Igual es la próxima Guillermina…
Ojalá fuera verdad. (Risas).

Y ahora, ¿ya no hay copla?
Sí, claro que sigue habiendo copla. Hay canales de copla, festivales de flamenco, hay muchas coplas que aún siguen. La copla nunca morirá, aunque hayan muerto muchas de las grandes, la copla nunca morirá.

¿Cómo se podría acercar la copla a las nuevas generaciones?
Las orquestas están metiendo canciones de antes, pasodobles, popurrí de pasodoble, merengue, bachata, salsa… Eso se hacía en mi época igual. Nunca se va a perder la canción española, porque es lo más bonito del mundo, y los jóvenes también lo ven.

Podremos volver a ver a Guillermina actuando, aunque sea en petit comité…
En petit comité sí. Ahora mismo nos ponemos de ´olé olé´ y ´vámonos pa Triana´ y me voy pa´ Triana (risas), aunque dé mal las palmas. Ya no puedo a nivel profesional.

¿Cómo le gustaría ser recordada?
Como me recordáis, simpática. Cuando muera, que vayan cantando una canción mía de la Iglesia al cementerio, aunque sea acabar un poco dramáticamente (risas). Quiero que me recuerden siempre alegre, contenta, bailando, disfrutando y queriendo a todos como los quiero.

13 comentarios en «Guillermina, la ‘tonadillera’ salmantina»

  1. Que buenos recuerdos de tantas noches junto a ella ayudándola a vestirse antes de salir a actuar, y acompañarla a la televisión ha sido un honor para nosotros, maravillosos recuerdos junto a una gran artista, una voz prodigiosa, y una gran persona, nunca olvidaré esos años junto a ti, os tengo un gran cariño a tu marido y a ti

    Responder
  2. Que buenos momentos hemos pasado juntas, cuantas noches de actuaciones, orgullosa de estar junto a ti en tantos momentos, una gran cantante y mejor amiga.

    Responder
  3. Mi tía siempre ha sido una artistaza, porque además de ser una gran cantante, siempre aporta felicidad (y eso es lo más importante) el día de mi boda actuaron y siempre lo recordaré con gran cariño, porque fue un gran regalo para mí y para todos.
    Gracias tía!

    Responder

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