«Cada vez hay más insatisfacción entre la población»

El psicólogo Manuel Rodríguez habla sobre felicidad en Salamanca. Dice que consisten en momentos muchas veces fugaces y que no depende del dinero, salvo que haya carencias. Pasa por vivir el aquí y el ahora, estar agradecidos con la vida y no estar demasiado apegado a las cosas
El psicólogo Manuel Rodríguez, en Salamanca.

Con motivo del Día Mundial de la Felicidad, el psicólogo Manuel Rodríguez ha hablado en Salamanca sobre este estado de ánimo, sus causas, factores condicionantes e, incluso, los mitos asociados a él. En una entrevista con La Crónica de Salamanca ha enumerado las claves para ser felices, los beneficios que ello conlleva, o el papel que juega el dinero a la hora de alcanzar la felicidad.

¿En qué consiste la felicidad?

Es complicado definir qué es la felicidad… Es un estado de bienestar mental y físico, donde de alguna manera tienes una atención plena en todo aquello que es importante para ti. Por lo tanto, la felicidad son estados mentales que son equilibrantes con los sentimientos. Mente y cuerpo tienen que estar coordinados o sincronizados… Ya lo decían los griegos: ‘Mens sana in corpore sano’. De alguna manera, el cuerpo acompaña a la mente y la mente acompaña al cuerpo, de tal manera que, a veces, cuando se tiene cualquier insatisfacción o disgusto, hay a quien le da por comer, por dormir, por llorar… Es decir, que no respondemos todos de la misma forma ante un mismo problema.

¿Qué necesitamos para ser felices?

Muy pocas cosas. Principalmente, porque la felicidad no es algo externo, sino que está en el interior de cada persona, es aprender a ser viajeros y a viajar con pocas cosas, porque muchas veces nos ata todo aquello que es material y, de alguna manera, la felicidad es estar despegados de las cosas.

¿Cuál es la vía para serlo?

Si fuera fácil lo diría. (Risas)

Sencillamente, es aprender a que aquellos pensamientos que nos hacen sentirnos mal, en vez de expulsarlos o alejarlos, tenemos que aprender a vivir con ellos. Tenemos entre 40.000 y 60.000 pensamientos diarios, de esos, se nos meten algunas ideas repetitivas que nos hacen sentirnos mal (me gustaría tener más dinero, me gustaría tener novia…). Son pensamientos que van centrándonos en nosotros mismos y que nos hacen sentirnos mal.

¿Dónde se encuentra la felicidad?

En el equilibrio entre la mente y el cuerpo. De alguna manera, todo esto hace que nos sintamos bien cuando nuestros pensamientos coinciden con las emociones. Pero muchas veces, desgraciadamente, el pensamiento no coincide con las emociones, y ese es el desequilibrio que nos hace sentirnos mal con nosotros mismos.

¿Cuánto dura?

La felicidad son estados pasajeros, a veces de segundos. Son instantes, momentos, no hay un estado permanente de felicidad. Por ejemplo, tras haber acabado un trabajo, eso hace que uno se sienta satisfecho por el trabajo bien hecho.

¿Hay gente incapaz de ser feliz?

Sí. No obstante, hay que partir del concepto de que todos los seres humanos pueden llegar a ser felices. De hecho, se supone que todos tenemos que llegar a la plenitud en nuestras vidas. Lo que pasa es que en el transcurso de esta vida aprendemos a amargarnos y estropearnos la vida, fundamentalmente porque tenemos pensamientos que están asociados a las emociones y esas emociones, si son pensamientos negativos, también se convierten en negativas. Esto poco a poco produce un estado de insatisfacción general que irá aumentando a medida que van pasando los años o el tiempo, y genera cuadros clínicos de ansiedad, depresión, estrés y otras alteraciones que también tienen una base emocional importante.

¿Se sabe cuál es el grado de felicidad social?

No puedo dar una cifra exacta, pero lo que sí es cierto es que cada vez, por lo que estamos viendo y por la cantidad de personas que acuden a consultas de psiquiatras y psicólogos, nos encontramos un mayor grado de insatisfacción e infelicidad entre la población. En vez de ir a una felicidad por parte de instituciones públicas y personales donde hay una cierta seguridad, estamos viviendo tiempos de cambio, de inseguridad, que hacen que la gente no tenga aquellos valores claros que tenía antes y hace que todo aquello que estaba bien construido, se vaya desmoronando.

¿El dinero da la felicidad?

No, rotundamente no. El dinero solo sirve para no pensar en el dinero, pero la felicidad no está en el dinero. De hecho, uno de los elementos fundamentales para ser felices es no depender de cosas materiales, también el dinero, evidentemente.

El dinero es bueno para mantener las necesidades básicas cubiertas, que tu familia no pase estrecheces, que tengas una casa, un coche… Pero, a partir de ahí, no digo que sea codicia, pero trabajar fundamentalmente para amasar dinero tampoco tiene mucho sentido. Lo que ocurre es que cuando las personas no tienen esas necesidades básicas satisfechas, también se sienten mal, tienen trastornos emocionales, que les conlleva tener una vida más incierta e insegura. Pero está claro que el dinero en sí mismo no da la felicidad a nadie.

El psicólogo Manuel Rodríguez, en Salamanca.

¿Qué beneficios para nuestra salud tiene ser felices?

Fundamentalmente, que nos ayuda a tener un equilibrio emocional entre mente y cuerpo. Hay una relación muy importante entre los pensamientos, las ideas que tenemos y las emociones, y cómo esas emociones, si son positivas o negativas, hacen que nuestro cuerpo manifieste cierto estado de malestar cuando los pensamientos son negativos. Por lo tanto, hay una correspondencia entre lo físico y lo mental, y debe haber una armonía emocional para tener un cuerpo activo.

Las personas que están deprimidas hacen menos deporte, piensan en no salir de casa, duermen poco, tienen poco apetito, etc. Es decir, hay una serie de circunstancias que favorecen o incrementan el grado de malestar o de amargura personal.

¿Hay algún secreto para ser felices?

Si tuviera ese secreto en mis manos, creo que sería ya premio Nobel (Risas).

El secreto para ser felices podría pasar por tres cosas importantes: vivir el aquí y el ahora, estar agradecidos con la vida y no estar demasiado apegado a las cosas. Agradecimiento todos los días por un día más en nuestra existencia. No tenemos en cuenta que en muchas ocasiones no somos agradecidos con lo que estamos viviendo. Por lo tanto, el no compararse con nadie, el vivir tu vida, exprimiéndola como si fuera el último instante, porque no se sabe lo que puede ocurrir mañana. En definitiva, hay que vivir el presente, ni el pasado ni el futuro.

Deja un comentario

No dejes ni tu nombre ni el correo. Deja tu comentario como 'Anónimo' o un alias.

Más artículos relacionados

Te recomendamos

Buscar
Servicios