Hace pocos años, unos tres, se abrió al tráfico este tramo del paseo de San Vicente que conecta con la glorieta del Hospital, Glorieta de Gloria Begué y el nuevo Paseo de la Transición.
«El Ayuntamiento está haciendo obras en este lugar tan nuevo y pulcro. Ha levantado la acera en dos ‘pasillos’ (más escombros, más), nuevas molestias para los peatones, para los usuarios del hospital ruidos; más gasto (aquella obra -la del paseo de San Vicente- costó más de 6,6 millones), bastante más si incluimos la plataforma de acceso al hospital (curiosa forma de trocear proyectos)», denuncian desde la asociación Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca.
Los minúsculos alcorques de los árboles casi están cegados por el cemento, «mal van a crecer. A lo mejor esto es lo que quieren», ironizan desde la asociación.
Desde el Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca intuyen que se trata de dos nuevos parterres de esos que se han puesto de moda. «El Ayuntamiento, poco o nada ha informado de esta obra. No sabemos presupuesto, ni justificación, nada», señalan.
Lo que está claro es que en este espacio había demasiado cemento y faltaban árboles. «Una chapuza de diseño urbano. Pero claro, a nadie se le ocurrió que hacían falta árboles, cuando ya el debate del cambio climático estaba omnipresente», matizan.
Por último, con cierta incredulidad preguntan desde la asociación: «¿Y de verdad, plantarán árboles auténticos en vez de arbustos?».
4 comentarios en «Obras y ruido frente al hospital»
Mas gasto público, sospechoso por las “ mordidas” y lamentable que no se diseñase un espacio más verde desde el principio, la incapacidad de los responsables nos sale caro a todos los salmantinos y nos cabrean y nos hacen sospechas,.. un desastre!
Es más que lamentable que cada nueva obra en esta ciudad que se quiere subir al carro verde no se haga desde el principio con criterios de sostenibilidad y adaptación al cambio climático. No podemos impulsar renaturalizaciones en una zona y estar alicatado sin filtro en otras. Luego pasan cosas como esta. Nos damos cuenta de que sobra hormigón, nos arrepentimos y levantamos, con el consiguiente despilfarro de dinero y la creación de residuos. Al final, las empresas que hacen las obras siempre ganan…
En Salamanca hay ruido por todos los lados, hay una contaminación acústica alarmante, y además la gente no habla, grita
Gracias por hacer periodismo desvinculado del eterno caciquismo mafioso de esta tierra