La economía española creció un 2,5% en el año 2023, lo que supone un avance cinco veces superior al del conjunto de la eurozona. La resistencia del consumo de las familias, la fortaleza del sector exterior y las exportaciones, así como el fuerte ‘boom’ del turismo son los principales factores que han dado lugar a estos buenos datos.
El PIB de España avanzó un 0,6% en el cuarto trimestre de 2023, tal y como ha confirmado el INE este martes. De esta manera, la economía de nuestro país experimentó un crecimiento del 2,5% en el conjunto de todo el año pasado, superando así todas las expectativas y liderando a los países desarrollados. Este crecimiento se ha visto impulsado especialmente por la resistencia del consumo de las familias a la inflación y los elevados tipos de interés, así como a la fortaleza del sector exterior y del turismo.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha recordado que, “la afiliación (de trabajadores a la Seguridad Social) marca récord y roza ya los 21 millones de afiliados. Prácticamente 4 de cada 10 empleos creados en la eurozona en 2023 fueron en España. La inflación se ha reducido en 8 puntos en apenas un año y medio, tras el pico de 2022. Su moderación está siendo compatible con el crecimiento”. Todo ello, unido a las subidas salariales, ha permitido que las familias recuperasen parte del poder adquisitivo perdido desde 2021.
Además, al cierre de 2023 el déficit público (desequilibrio entre los ingresos y los gastos) se situara en el 3,7%, “batiendo todas las previsiones y cerrando casi en su totalidad la brecha con la situación pre-covid”, añadía el ministro, añadiendo que la recaudación tributaria alcanzó el récord de 271.935 millones de euros.
De cara a este año, las previsiones apuntan a una mayor debilidad del sector exterior, debido en buena medida a la desaceleración de los países de la eurozona (principales socios comerciales de España). Si bien, también se espera que el consumo de las familias continúe resistiendo, en parte por la bajada de la inflación o el recorte de los tipos de interés, aunque continuarán como principales problemas la inaccesibilidad de la vivienda y la desigualdad.
Por otro lado, la agencia de calificación de deuda S&P destaca que, “a pesar de la fragilidad política, la economía española parece relativamente resistente, con un crecimiento medio del PIB real del 2% en 2024-2027, frente al 1,2% de la eurozona”. “Las exportaciones netas seguirán siendo clave. Los boyantes ingresos por turismo mantuvieron a flote las exportaciones en 2023, pero esperamos que otros componentes aumenten con la recuperación de la demanda exterior en 2024-2027. Esto compensará parcialmente el aumento de las importaciones debido al dinamismo de la demanda interna y las importaciones de capital”, añaden.
Finalmente, junto al “sólido consumo privado”, S&P apunta que, “la relajación de las condiciones de financiación y la disminución de la inflación impulsarán los ingresos reales y el gasto de los consumidores. Pero España se recuperará a partir de una base más sólida tras una ligera desaceleración en 2023 gracias, en parte, a la prórroga parcial de las medidas de choque del Gobierno”. Por todo ello, “en comparación con sus homólogos industriales de la eurozona, España se ha beneficiado de la mayor agilidad de su economía, impulsada por los servicios y ha diversificado significativamente su suministro energético frente a la crisis de los precios de la energía de 2022”.
