La tasa de inflación ha roto su tendencia a la baja y ha escalado hasta situarse en el 3,2% en el mes de marzo, debido principalmente al encarecimiento de la energía. Por su parte, la inflación subyacente -que excluye la energía y los alimentos frescos- continúa bajando, alcanzando ya el 3,3%.
Los precios han vuelto a subir este mes de marzo, debido especialmente al encarecimiento de la energía. Así lo muestra el dato adelantado publicado este miércoles por el INE, que cifra la inflación de marzo en el 3,2% (2,8% en febrero). Frente a ello, la subyacente ha continuado su tendencia a la baja, moderándose desde el 3,4% al 3,3%. Pese a todo, no se debe olvidar que la inflación se situaba hace un año en el 7,5%.
El principal motivo que ha dado lugar al aumento de la inflación es, según el Ministerio de Economía, la vuelta del IVA de la luz al 21% desde el 10% que venía aplicándose desde hace casi tres años. La decisión de normalizar este impuesto ha venido motivada por la caída de los precios de la electricidad, tal y como quedaba indicado en el paquete de medidas anticrisis del Gobierno.
Además, pese a la caída en el precio de la luz y el gas, los combustibles llevan varias semanas acumulando subidas, debido al incremento en la cotización del petróleo. A su vez, esto último viene motivado por el recorte en la oferta acordado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), mediante lo que buscan, precisamente, mantener el alza de precios de esta materia prima.
Junto a ello, uno de los aspectos que más preocupan a los expertos son los elevados costes de los servicios, como restaurantes y hoteles, y que siguen ejerciendo presión sobre la inflación subyacente. También señalan al fuerte incremento en los precios de los billetes de avión, así como de los paquetes turísticos y de alojamiento.
Del lado contrario, los precios de los alimentos continúan moderándose. Así pues, frente al encarecimiento del 16,5% registrado en marzo del año pasado, la subida de este año se sitúa en el 5,3%, debido en parte a la caída de los costes agrícolas. Siguiendo con ello, destaca el mayor número de insumos con tasas de inflación inferior al 2%, y es que solamente el aceite de oliva mantiene una variación interanual superior al 20%.





















