Las fuertes rachas de viento que se vivieron el miércoles en Salamanca dejaron huella en la ciudad y numerosas intervenciones de los bomberos, policías locales y nacionales.
La más significativa fue la ocurrida en la calle Príncipe de Vergara dónde los bomberos tuvieron que realizar un derribo controlado de una pared de ladrillos caravista por el peligro que suponía para los viandantes. El viento también tumbo un árbol en La Aldehuela y la chimenea de un establecimiento de comida rápida en la calle Prior.
Además, este Jueves Santo varios reposteros de las cofradías de la Semana Santa salmantina lucen rasgados por la mitad.