Bibliotecas

La muy noble, muy leal, hospitalaria y caritativa ciudad Salamanca tuvo una biblioteca municipal hasta 1979
biblioteca de Gabriel y Galán, Joaquí Secall, Salamanca
La biblioteca de Gabriel y Galán es obra de Joaquín Secall de 1912.

La ciudad de Salamanca carecía en 1979 de biblioteca municipal. El Ayuntamiento de la muy noble, muy leal, hospitalaria y caritativa ciudad había confiado ese servicio a sus universidades, quedando excluidos del acceso a la lectura los que no pasaban por sus aulas.

Lo primero que hicimos fue abrir una biblioteca municipal en el antiguo edificio de la Policía Urbana, en la placita donde se encuentran las esculturas de Gabriel y Galán, junto a la Avenida de Mirat. Aprovechamos el traslado de la Policía Municipal al edificio de La Salle, colegio que habíamos adquirido para albergar distintos servicios. Para dotarla de fondos modernos y antiguos compramos a sus herederos la biblioteca de Constantino Román Salamero. Adquirimos 35.000 ejemplares de libros, revistas españolas y francesas de los siglos XIX y XX y grabados de época. También conseguimos libros del siglo XVI y manuscritos del XIII.

Entre sus fondos destacaban las obras de Luis Vives y Erasmo de Rotterdam, publicadas en 1532 y 1530 respectivamente. Ediciones del Brocense, de 1578 y El Tostado, de 1677, valían por sí solas gran parte de lo desembolsado por el Ayuntamiento. La colección cuenta con una Constitución de Cádiz de 1821, publicada en la ciudad andaluza ese mismo año, en la Imprenta Real, y con un tratado de La Batalla de Würzburg, en la guerra napoleónica, de 1796. Destacan asimismo varias ediciones del Quijote, una del siglo XVII y otra de 1796.

Román Salamero fue un periodista destacado, bibliófilo y amigo de intelectuales de su época como Ortega y Gasset, Galdós, Baroja, Valle- Inclán y Gómez de la Serna. Fue redactor jefe de El País en su primera etapa. Su librería tenía un gran número de primeras ediciones y títulos de literatura internacional. Murió antes de iniciarse la Guerra Civil, en 1935.

Juan Antonio Pérez Millán leyó el anuncio de su venta en los periódicos y se fue a Madrid a verla. Se trataba de una colección que abarcaba desde el siglo XIII hasta el año anterior al inicio de la Guerra Civil, es decir, Salamero estuvo adquiriendo libros hasta su muerte. La biblioteca estaba guardada en la calle Maldonado de Madrid. Días después de su adquisición, en octubre de 1981, realizamos una exposición con los ejemplares más valiosos. Tuvo un gran éxito de público y una extraordinaria acogida entre los bibliófilos.

Llegamos a un acuerdo económico con la familia de Salamero y abonamos por su librería 8 millones de pesetas. Una vez adquiridos los fondos anteriores a1936, habilitamos medio millón de pesetas para la adquisición de libros modernos. Había nacido una nueva biblioteca con un magnífico fondo antiguo.

1 comentario en «Bibliotecas»

  1. ¿En la Casa Lazarillo no habia biblioteca?. Naci en el 80 y quiza es que mis recuerdos o son incorrectos o fue posterior pero no se porque tengo la imagen que en el actual Espacio Joven habia biblioteca.

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