Castilla y León no escapa al incremento de incendios en plantas de residuos: nueve casos en 2023. La gestión de residuos no para de complicarse, encarecerse y aumentar su volumen y peso. ¿Para cuándo una decidida política de reducción de residuos como vienen reclamando asociaciones como el Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca?
En España seguimos aumentando los residuos urbanos. El Ayuntamiento de Salamanca recogió 8.355 toneladas de envases, vidrio, papel y cartón, una cifra récord (casi 87 más que en el año anterior). La Diputación 6.500 toneladas. Esta ingente cantidad de residuos genera un problema que el sistema intenta ocultar: la incapacidad de las plantas de procesar, por costes y volúmenes, todo lo recolectado.
«De ahí el sospechoso aumento de incendios intencionados en estos establecimientos -empresas privadas con concesiones públicas- y el incremento de las exportaciones ilegales de residuos. Ambos asoman como dos preocupantes consecuencias de este insostenible panorama», instan a investigar desde la asociación Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca.
Según el consultor de empresas gestoras de residuos, Fernando Follos, el año pasado se incendiaron en España 109 plantas de residuos. Es decir: arde una planta cada tres días y medio.
Castilla y León no escapa al llamativo aumento de esta siniestralidad. El año pasado se prendieron fuego nueve naves, tres en Burgos, dos en Salamanca, dos en Zamora, una en Valladolid y otra en Soria.
La mayoría de los incendios se producen por la noche o fuera del horario laboral, sin trabajadores y en zonas donde la estructura de la planta no se ve afectada y sigue operativa al extinguirse el fuego.
Por ejemplo, el incendio ocurrido en julio en la empresa de material de reciclaje Transcon, en la localidad vallisoletana de Cistérniga, con un fuego desatado de madrugada. O el de la planta de reciclaje de residuos de la empresa Roviña, en San Cristóbal de Entreviñas (Zamora), en mayo, con llamas que se comenzaron a las diez de la noche cuando las puertas ya estaban cerradas.
Sobre el fenómeno nacional, la Guardia Civil propuso el año pasado, por primera vez, la hipótesis de la intencionalidad. El teniente Héctor Santed, de la Unidad Central Operativa Medioambiental, admitió que muchos peritajes apuntan «a que son intencionados».
En Salamanca, los incendios ocurrieron en una planta de reciclaje de metal y chatarras del polígono de los Villares (principios de septiembre) y en el punto limpio de Macotera, en octubre.
«El beneficio de pegar fuego a estas plantas está claro: los gestores se ahorran el tratamiento de estos residuos», señalan desde la asociación.
Los residuos se acumulan en las plantas de tratamiento mientras que el precio de mercado de los subproductos no termina de subir. «Al final sale más rentable prender fuego que el transporte, procesado, etc.., estos incendios están vinculados con el factor mercado», apuntan.
Desde la asociación explican que si eres una empresa que acumulas chatarra y le prendes fuego, te queda la chatarra limpia, ahorras costes y cobras el seguro. Una ganancia brutal. Lo mismo con los plásticos: tienes toneladas de envases acumulados, los prendes fuego, ya has recibido el pago por receptar estos plásticos, cobras del seguro y tus residuos han desaparecido. «Te has ahorrado todo lo que te hubiese costado gestionarlos», denuncian.
En los últimos tres años (2021, 2022 y 2023) se superaron los cien incendios, una cifra muy por encima de lo que ocurría décadas atrás, cuando los casos eran aislados.
El aumento de la siniestralidad coincide con un cambio geopolítico en el sector global de los residuos. Hasta 2018, España y la mayoría de los países de Europa enviaban gran parte de sus residuos -los que no podían tratar- a China, que durante décadas fue el gigante mundial en la recepción de residuos para su tratamiento, procesando casi la mitad de los productos reciclados de todo el mundo.
Ese año, el gobierno chino empezó a imponer restricciones ante la necesidad de reciclar sus propios desechos. En 2020, el grifo se cerró por completo. «La decisión tuvo un impacto global: aumento de las exportaciones ilegales y el incremento de los incendios en las plantas que gestionan los desechos. Castilla y León es un claro ejemplo de ello», concluyen desde el Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca.
6 comentarios en «Sorprenden los incendios en las plantas de residuos de CyL»
Una herramienta eficaz para reducir las basuras es aplicar el principio de «quien contamina, paga». Quien produce mucha basura debe pagar más por ello. En algunas ciudades ya se aplica. Como es una medida difícil, si que se puede penalizar a aquellos grandes productores de basura (grandes superficies y algunos sectores de la industria).
ya, pero políticamente no interesa, es mejor y mas barato pegarle fuego
La mercancías quemadas son materia prima de empresas fabricantes de papel o plástico y tienen un valor económico. Por lo que nadie quema material recuperado para evitar costes. Puesto que la mayoría de las veces,han pagado por esos materiales a las empresas productoras de residuos. Una cosa es el servicio de recogida y otra los residuos que son Valorizables.
el problema es cuando tienes toneladas de esas mercancías (plásticos principalmente) y no tienen salida en el mercado. Hay que hacer sitio para receptar más residuos, que para eso te pagan y el fuego puede ser buen negocio.
Que raro Gomecello el CTR pertenece a salamanca o lo quitaron e la provincia por qué está dentro de los incendios y eso certificado año tras año sobre julio por efectos desconocidos siempre arde por el verano año tras año y que casualidad más extraña y además los graves accidentes que ya se ocultan fijarse bien CTR Gomecello
El problema es mundial. Es el problema de las basuras y de los incendios de basuras en general y de material para reciclar. Aquí un pequeño dato que demuestra la magnitud del problema en España:
blogsostenible.wordpress.com/2013/08/14/incencio-plantas-reciclado-plasticos-papel-residuos/