La biblioteca municipal

La remodelación costó 40 millones de pesetas, 33 de albañilería y 7 de mobiliario
La fachada de la biblioteca municipal Gabriel y Galán.

La Biblioteca Municipal comenzó a funcionar el uno de noviembre de 1981, especializándose en libros infantiles, juveniles y en temas salmantinos. Desde su inauguración se realizaron actividades de animación a la lectura, préstamos de libros y atención diferenciada al público infantil y adulto. El éxito de la biblioteca fue clamoroso. En 1984 tenía 8.000 socios y en 1986 llegaban a los 10.000.

Esto nos animó, y abrimos una extensión de préstamos de libros en el Mercado Central. Más tarde, también lo hicimos en Merca San Bernardo, en los Parques Picasso y San Francisco, en los centros cívicos de La Vega, Vidal, Garrido, Tejares y en el Taller Artístico de Pizarrales. En todos ellos se procuraba mantener una especial atención a los niños.

En verano hablamos con la Caja de Ahorros para que se abriese la biblioteca de préstamo del Campo de San Francisco. Esto me hizo recordar mis años de niñez, cuando abierta esta pequeña librería, las personas adultas y los chicos ya mayores se sentaban en los bancos del bello parque a leer a la sombra de los maravillosos árboles del jardín más antiguo de Salamanca.

En el verano de 1986 comenzaron las obras de remodelación del edificio de la Biblioteca Municipal. Se construyeron salas de lectura, oficinas y aseos. También se restauraron las fachadas del pequeño palacete que había sido Casa de Socorro, cuartel de la Policía Municipal y, ya con la democracia, la primera casa de cultura.

La remodelación costó 40 millones de pesetas, 33 de albañilería y 7 de mobiliario. Se colocaron mesas pequeñas, sillas, y en un rincón se dispusieron cojines para los más pequeños, junto a una librería con 3.500 cuentos.

Ese mismo verano las bibliotecas infantiles captaron 2.000 nuevos socios, jóvenes que utilizaban con frecuencia el servicio de lectura y de préstamo de libros.

El bus cultural arrasaba en sus itinerarios por los barrios de Salamanca, manejaba cuatro mil libros renovables. Se inició una experiencia de lectura al aire libre en el paseo de las Úrsulas en el Verano Cultural, y se crearon talleres de lectura en La Vega, Chamberí y Vidal al que asistían, sobre todo, niñas de entre siete y doce años en horario de mañana y tarde.

Deja un comentario

No dejes ni tu nombre ni el correo. Deja tu comentario como 'Anónimo' o un alias.

Más artículos relacionados

Te recomendamos

Buscar
Servicios