Dos implicados en el incendio mortal de Pizarrales pactan su condena

Dos implicados en el incendio que causó la muerte de una joven de 24 años en el barrio de Pizarrales en agosto de 2017, D.G.G. y J.L.C.S.P., han aceptado las penas de 1 año y 6 meses, y 1 año y 3 meses de cárcel por un delito de robo con fuerza, después de una rebaja tras llegar a un acuerdo entre las partes. El principal sospechoso del caso sigue en rebeldía y no se conoce su paradero después de que se fugara tras quedar en libertad provisional a la espera de juicio.

La Audiencia Provincial de Salamanca ha acogido este lunes la primera fase del juicio por el incendio mortal en el barrio de Pizarrales ocurrido en agosto de 2017. En la vista se ha juzgado a los dos implicados en el caso, acusados del delito de robo con fuerza en las cosas. Por su parte, el presunto autor del incendio mortal, M.R.T., continúa en paradero desconocido después de que se fugase tras salir de prisión y quedar en libertad provisional.

Tanto D.G.G. como J.L.C.S.P. han aceptado las penas de 1 año y 6 meses de cárcel y 1 año y 3 meses de cárcel, respectivamente. Previamente se había producido un acuerdo entre las partes, y es que, en un primer momento la fiscal solicitaba dos años de prisión para cada uno.

Los dos implicados deberán hacer frente también a una indemnización de 1.575€ a la empresa por el robo, así como a las costas procesales. Asimismo, en el caso de D.G.G. se ha estimado la atenuante de drogadicción, así como la agravante de reincidencia, mientras que para J.L.C.S.P. se ha estimado solamente la atenuante, por lo que su pena es menor.

Tras el acuerdo entre las partes, ambos no tendrán que ingresar en prisión (al ser la pena inferior a dos años y carecer de antecedentes). Sin embargo, la magistrada les ha recordado que, en caso de que vuelvan a delinquir, “a ustedes no les espera otra cosa que la prisión”. Además, todas las partes han asegurado que no recurrirán la sentencia, por lo que esta ya es firme.

Los hechos ocurrieron en la tarde del 16 de agosto de 2017 en una vivienda ubicada en la calle Limón, en el barrio de Pizarrales. Previamente, los tres acusados habían robado material y combustible en una caseta de obra, y acudieron al domicilio siniestrado. Una vez allí trataron de vender dos garrafas de gasolina a la víctima y, dado que esta no se creía que el producto que le ofrecían era combustible, procedieron a hacerle una demostración prendiendo fuego a una parte del líquido (que habían echado en un vaso).

Sin embargo, las llamas se extendieron a la gasolina que se había derramado por el suelo, así como a las garrafas de combustible, dando lugar a un incendio que calcinó la vivienda. Como consecuencia del fuego, una joven de 24 años murió por inhalación de monóxido de carbono, mientras que la la madre de esta sufrió una intoxicación. Seila, la víctima mortal, era madre de tres hijos de 2, 4 y 6 años.