La Audiencia Provincial de Salamanca condenó a un varón a dos años de prisión como responsable de un delito de violación en grado de tentativa cometido contra una mujer de 32 años con discapacidad intelectual. La sentencia, que obliga además al condenado a indemnizar con 2.000 euros a la víctima y al pago de las costas procesales, es firme al haber manifestado todas las partes su voluntad de no interponer recurso contra la misma.
Ical.- Además, el hombre quedó inhabilitado para ejercer cualquier profesión u oficio que tenga contacto con menores por un tiempo superior en cinco años a la pena de prisión, así como deberá de afrontar la medida de alejamiento y prohibición de comunicarse por cualquier medio con la víctima durante el mismo perdido, en el que estará bajo libertad vigilada con la participación obligada en programas de educación sexual.
Según la sentencia, los hechos se remontan a los primeros días del mes de diciembre de 2021 cuando la víctima, que reside en un piso tutelado por la entidad Asprodes por padecer un retraso mental ligero que, sin embargo, no le impide regir adecuadamente su persona y bienes y ser autónoma, contactó con el condenado a través de la red social Facebook.
Después de algunas breves conversaciones quedaron en verse en persona el día 8 de diciembre por la tarde y se reunieron sobre las 16 horas en el Colegio de Las Esclavas. Bajaron desde allí hacía la zona de La Aldehuela y la víctima propuso que tomaran algo, pero el condenado renunció porque decía que tenía prisa, así que llegaron a un callejón.
Allí, el hombre se quitó una mochila y se bajó del patinete en el que iba, diciendo a la mujer que quería besarla. Ella se opuso, así que el condenado le dio la vuelta poniéndola de espaldas a él y obligándola a arrodillarse. A continuación le bajó por la fuerza su pantalón y sus bragas y trató de penetrarla sin llegar a lograrlo. En todo momento, la mujer le manifestó que ella no quería hacer esas cosas, pero le pidió que se diera la vuelta para penetrarla frontalmente, momento en que ella se subió la ropa y se marchó corriendo.
La víctima contó estos hechos a compañeras del piso y el día 10 de diciembre, por la mañana, denunció lo sucedido ante la Policía Nacional. El hombre había sido condenado previamente en sentencias del año 2010 por tres por robos con intimidación y, el mismo año, en una cuarta por quebrantamiento.
