El expresidente de la Comunidad Valenciana, Eduardo Zaplana, ha negado cualquier implicación en la trama durante su declaración en el juicio por el ‘caso Erial’. Ha descargado toda la responsabilidad en el blanqueador de la trama, el abogado Fernando Belhot.
Eduardo Zaplana lo ha negado todo en su declaración durante el juicio por el ‘caso Erial’, pese a que la Fiscalía Anticorrupción pide para él 19 años de cárcel y una multa de 40 millones de euros. Por su parte, el exministro de Aznar ha echado la culpa al abogado uruguayo Fernando Belhot, el blanqueador de la trama.
Sobre él, asegura que, “es una persona muy conocida en Madrid que, hasta donde yo sé, se dedica a los negocios”. Asimismo, aunque ha reconocido una “relación amplia” con Belhot, insistía en que este último le propuso “alguna operación económica” que “nunca ha fructificado”. También ha afirmado que hubo una “relación en el ámbito de la política”.
Pese a todo, y aunque la Fiscalía cuenta con numerosas evidencias para apuntalar su acusación contra Zaplana, este ha negado que Belhot gestionara su supuesto patrimonio ilícito en paraísos fiscales. Según Anticorrupción, la trama habría movido hasta 20,6 millones de euros. También ha negado haber dicho “Nacho no me da dinero de Andorra”, en referencia al expresidente madrileño Ignacio González (imputado en el ‘caso Lezo’), así como conocer a Marcos Benavent, a quien se le intervino la documentación que permitió localizar el presunto patrimonio de Zaplana en el extranjero.
El principal acusado en la causa también se ha desvinculado de “operaciones” con los miembros de la trama, justificando algunas de las anotaciones comprometedoras contra él en “gestiones” que habría hecho por amistad hacia algunos de los miembros de la trama. “De esas gestiones he hecho miles en mi vida”, apuntaba.
Finalmente, ante las conversaciones telefónicas intervenidas en las que se refieren a él como “jefe”, Zaplana lo achaca a su trayectoria política, primero como alcalde de Benidorm, después como presidente valenciano y finalmente como ministro. “Es un apelativo con el que, para mi desgracia, se dirige muchísima gente, incluso en la actualidad, y mire que mi situación es desgraciada”, exponía.
