El exvicepresidente del Gobierno con José María Aznar, Rodrigo Rato, ha comparecido este miércoles ante el tribunal que le juzga por la fortuna que amasó durante sus años en el Ejecutivo y al frente del Fondo Monetario Internacional (FMI). Durante la vista, Rato se ha negado a responder a las preguntas de la Fiscalía, y ha cargado contra el abogado del Estado y contra los funcionarios que investigaron su fortuna, que él atribuye al dinero que heredó de su padre.
Rodrigo Rato, que se enfrenta a más de 70 años de prisión por supuestamente defraudar más de 8,5 millones de euros por los sobornos que habría cobrado durante su etapa como presidente de Bankia, ha vuelto a sentarse en el banquillo de los acusados, siendo la de este miércoles la tercera vez en menos de una década. Anticorrupción le acusa de 11 delitos fiscales, de blanqueo de capitales y de corrupción entre particulares, por una actividad delictiva que habría comenzado en 1999.
Durante la vista, el acusado se ha negado a responder las preguntas de la fiscal, así como las del abogado del Estado. Por su parte, aclaró que únicamente contestaría a las de su defensa y las del resto de acusados. En su declaración, Rato ha defendido la legalidad de su patrimonio, asegurando que buena parte procede del dinero que le dejó en herencia en Suiza su padre, que murió en 1998.
Asimismo, el exvicepresidente también ha aprovechado para cargar contra la Fiscalía, el abogado del Estado y los funcionarios que investigaron su fortuna. A la fiscal le afeó haber montado una “fabulación” y le reprochó decir “una cosa y la contraria”. De la misma manera, sobre el abogado del Estado ha señalado que, “el primer día de juicio dijo que Luxemburgo es un territorio opaco para la agencia española. Es muy fuerte que un abogado del Estado diga que Luxemburgo es un territorio opaco. Nos toman por tontos. Es indignante”, mientras que sobre los funcionarios aseguró que, “no sé de dónde sale esta gente”.
La Fiscalía sostiene que Rato cometió sendos delitos fiscales en los ejercicios 2005, 2006 y 2007 (cuando era gerente del FMI), dado que declaró en España, pero omitiendo parte de su patrimonio. Así pues, según Anticorrupción, defraudó 346.853,29€ en 2005; 948.148,4€ en 2006; y 1.144.323,7€ en 2007, lo que supone en total casi 2,5 millones de euros. Pese a que la Fiscalía considera que Rato era residente en España, su defensa alega que estaba fuera y presentó las declaraciones de esos ejercicios por error.
Esta última investigación contra Rato se inició tras conocerse que se acogió a la amnistía fiscal aprobada por Rajoy en 2012. En este sentido, la Fiscalía considera que, “lejos de haber regularizado (fondos) ni administrativa ni, menos aún, penalmente”, empleó la amnistía, “como un vehículo de blanqueamiento o limpieza de las ilícitas cuotas defraudadas que arrastraba desde hacía años por su patrimonio exterior”.
